El presidente brasileño, Michel Temer, despidió a la secretaria de Derechos Humanos, Flavia Piovesan.
Piovesan era una de las pocas funcionarias brasileñas que había cuestionado el decreto que atenuó las penas contra los hacendados acusados de someter a sus empleados a “trabajo esclavo”, y fue electa miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La ex funcionaria dijo el mes pasado que el decreto sobre trabajo esclavo fue una “ofensa” a la Constitución y los acuerdos internacionales de Brasil en materia de derechos humanos.
Piovesan afirmó sentirse “sorprendida y perpleja” por aquella medida que también recibió críticas de la CIDH, organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos.
De todos modos, la ex secretaria descartó que su separación del cargo haya sido una sanción por sus declaraciones, consignó la agencia de noticias ANSA.