Uno de los grandes milagros que se registran en la Biblia fue identificado recientemente como un eclipse solar, según un estudio que al mismo tiempo explica un antiguo misterio egipcio.
Los investigadores a cargo del trabajo han descifrado una extraña referencia al sol y la luna que aparece mencionada en la Biblia. No es un milagro, como afirman las escrituras, sino más bien un movimiento espectacular –pero natural– de las estrellas, como señalan los autores. Además se trata de la primera vez en que un eclipse solar fue documentado.
El texto bíblico dice: «Sol, detente en Gabaón, y Luna, en el Valle de Ajalón. Y el Sol se detuvo, y la Luna se detuvo, hasta que la nación cobró venganza de sus enemigos».
Las explicaciones varían, incluida una sugerencia de que la redacción representa un milagro que describe cómo el movimiento de los astros parece ir más lento, pero la frase en realidad se refiere a un eclipse solar, como sugiere el nuevo artículo.
Los autores no solo miraron los registros históricos para averiguar si hubo un evento astronómico en ese momento, sino que también corrigieron lo que creen que fue una mala traducción del original en hebreo.
Los científicos dicen que el verso misterioso se refiere a un gran evento astronómico, por lo que es importante saber de qué está hablando.
«Si estas palabras describen una observación real, entonces se estaba produciendo un gran evento astronómico: la pregunta que debemos resolver es qué significa realmente el texto», dijo el coautor del artículo, el profesor Sir Colin Humphreys, de la Universidad de Cambridge.
Para resolverlo volvieron al texto, y también exploraron cómo la comprensión científica ha cambiado desde que aquellas palabras fueron escritas y traducidas. «Las traducciones al inglés moderno, que siguen a la traducción King James de 1611, generalmente interpretan este texto como que el sol y la luna dejaron de moverse», dice Humphreys.
«Pero volviendo al texto original en hebreo, determinamos que un significado alternativo podría ser que el sol y la luna simplemente dejaron de hacer lo que normalmente hacen: dejaron de brillar. En este contexto, las palabras hebreas podrían referirse a un eclipse solar, cuando la luna pasa entre la tierra y el sol, y el sol parece dejar de brillar. Esta interpretación se ve respaldada por el hecho de que la palabra hebrea traducida como ‘quedarse quieto’ tiene la misma raíz que una palabra babilónica utilizada en textos astronómicos antiguos para describir eclipses», explica el académico.
Los científicos habían intentado datar el eclipse en algún momento entre el 1.500 y 1.050 a.C, cuando se sabía que los israelitas habían estado en esa área, pero no encontrando el eclipse que buscaban en el momento correcto.
Sin embargo esto ocurrió porque estaban revisando los registros de eclipses solares, como dicen los investigadores. En su lugar, buscaron un eclipse anular, que es cuando la luna pasa frente al sol pero está demasiado lejos para cubrirlo por completo. Entonces descubrieron que el único eclipse anular, durante el período relevante, se habría visto en la tarde del 30 de octubre del año 1.207 d.C. Si eso es correcto, ser trataría del primer eclipse jamás documentado.
Además de ser un hito importante en sí mismo, el descubrimiento ayuda a explicar el misterioso pasaje de la Biblia, e incluso podría resolver un antiguo misterio egipcio, porque si la fecha sugerida es correcta, también revelaría el momento en que Ramsés el Grande y su hijo Merneptah reinaron en el antiguo Egipto.
Fuente, The Independent
El Ciudadano