Unas 200 mil personas actualmente en Chile padecen Alzheimer, cifra que llegaría a cerca de 500 mil en el año 2050. Este tipo de demencia senil, catalogada por la Organización Mundial de la Salud como prioridad socio sanitaria mundial, fue uno de los temas centrales del coloquio “Desafíos de la política pública: abordaje integral de las demencias y otras enfermedades neurodegenerativas”, actividad en la que actores clave del mundo académico y político abordaron el futuro de la salud pública en torno a esta materia.
La condición de estas patologías como una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores y el progresivo envejecimiento de la población fueron los ejes de este coloquio organizado a una semana del lanzamiento oficial del Plan Nacional de Demencias por parte del Ministerio de Salud.
En la inauguración del evento, el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, planteó la necesidad de atender a los determinantes sociales que influyen en estas enfermedades, tales como el nivel socioeconómico de las familias, la educación, el acceso diferencial al sistema de salud o las brechas de acceso a atención. En este contexto, presentó algunos de los principales avances realizados por el Comité Interministerial de Desarrollo Social en sistemas de apoyo y cuidado. “Esta instancia aprobó el diseño del sistema y sus respectivos programas, lo que permitió comenzar a trabajar durante el año 2016 con las primeras doce comunas que se integraron. Siguiendo la proyección, a fines de 2017 el sistema estará presente en 21 comunas del país y se habrán invertido más de 2.230 millones de pesos en beneficio directo de los 1.850 hogares cubiertos en esta primera etapa”, expuso.
El Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, reflexionó sobre los desafíos que el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas implican en términos de investigación, los sistemas de salud que intervienen y los dilemas éticos que plantea a la sociedad. Respecto a este último punto, enfatizó que «este tema, además de sus implicancias pragmáticas, tiene un componente ético tremendamente importante sobre la forma de entender los vínculos con los demás y a la sociedad como un conjunto. Hay un concepto de continuidad histórica, de deuda moral y retribución a quienes hicieron posible lo que es la sociedad del presente y un país que asuma eso, que sea consecuente con esa idea, es infinitamente más sano». Por esta razón, agregó, «es motivo de gran orgullo que nuestra universidadad esté desarrollando y asumiendo una responsabilidad importante frente a este problema».
Otro de las autoridades políticas que participó en la actividad fue el senador y presidente de la comisión Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara Alta, Guido Girardi, quien destacó el trabajo en salud pública desarrollado por nuestro país durante el Siglo XX, que «con una cantidad de recursos ínfimamente más baja alcanzó mejores indicadores de salud que Estados Unidos, que gasta 9 mil dolares per capita, mientras nosotros no superamos siquiera los 600 dolares per capita». De esta forma, enfatizó que «Chile fue un país que desarrolló una política sanitaria y de salud pública emblemática en Latinoamérica y el mundo. Pero pasamos del éxito al fracaso en el siglo XXI. Hoy tenemos las peores prevalencias del mundo en obesidad, sedentarismo y tabaquismo». Al respecto, planteó la necesidad de fortalecer los enfoques integrales respecto al tema del envejecimiento que den forma a «políticas para mejorar la calidad de vida de las personas, que sean capaces de prevenir o postergar los problemas producidos por enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer»
Tsunami de envejecimiento
A través de diversas cifras, el director del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo de la Universidad de Chile (GERO), Christian González-Billault, dio cuenta de la relevancia de lo que se avizora internacionalmente como un «tsunami de envejecimiento». Respecto a este fenómeno señaló que actualmente «tenemos una población sobre 60 años que está en torno al 19 por ciento y esperamos que hacia el año 2050, una de cada cuatro personas serán mayores de 65 años». En este contexto, indicó que el envejecimiento es el principal factor de riesgo para patologías que afectan al cerebro y que dentro de los próximos 20 años se espera que los pacientes diagnosticados con Alzheimer se dupliquen. Además, comentó que el gasto que los países hacen para el tratamiento de las demencias supera el valor de mercado de empresas como Google o Apple. Por esta razón, afirmó, «es un problema de salud y de investigación básica y clínica, y es también un problema económico y social».
El coloquio, organizado por la Facultad de Ciencias Sociales, el Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) y la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), contó también con la participación de delegados del Ministerio de Salud y del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), además de especialistas internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y de la Universidad de la República de Uruguay.