Al aparecer su quinta edición, revista MALA cumple un año de vida expresándose con un texto duro y directo, con una línea editorial que no pretende disfrazarse de nada, al contrario, se presenta con explícita claridad para dejar manifiesta su visión de las cosas. Su auto definción reza: Revista totalmente autogestionada, independiente, autónoma y no representa intereses empresariales ni partidistas. Además comparte todo su contenido, permitiendo la reproducción total o parcial de la publicación, que enfatiza ser elaborada para ser democratizada y socializada. En esta edición destacan las plumas de Gabriel Salazar, Marcel Claude, Marco Paulsen, Verónica B (desde España), Elisângela Rozendo São José y Adriana Aparecida Pinto (desde Brasil).
En el editorial de su nueva edición No al Pago del Crédito Universitario, La Mala declara que «aceptar el pago de la deuda del crédito universitario, sería aceptar sumisamente el costo económico de la mercancía educación y permitir que con los intereses y otras variables nos cobren más del doble del valor inicial que tenían los aranceles de las carreras».
Agrega que «la insumisión al pago del crédito universitario es un rechazo a la educación de mercado, es un rechazo al reconocimiento de la deuda adquirida forzosamente por haber pasado por la educación superior. Si una persona no paga el crédito, es visto como una indisciplina, como una falta, incluso existe un juicio valórico al respecto, ya que se dice que a causa de este incumplimiento otras personas podrían no educarse al no retornar ese dinero. Sin embargo, si miles de personas no pagan, correspondería a una acción política. A una forma de ejercicio de poder popular para gritarle al capitalismo en su cara que no nos seguiremos prestando para sus juegos perversos».
Cierra el texto arguyendo que «la cesación de pagos por parte de una empresa o de un Estado es algo que ocurre y que en momentos de crisis no es algo inusual. Durante la crisis económica que se ha desatado desde ya hace más de dos años en el mundo, esta cesación de pagos ha sido un tema recurrente. Si las empresas y los Estados pueden legal y legítimamente hacer una suspensión en sus pagos, ¿por qué las personas no? En momentos de crisis económica, ¿acaso no son las personas las más perjudicadas con la precarización del trabajo y la desigualdad social?
No hay que pagar nada. Los estudiantes y las miles de personas que hemos salido con ellos a las calles en todo Chile y en distintas ciudades del mundo apoyando su movilización, no logramos conseguir este 2011 una educación gratuita y de calidad garantizada por el Estado. Sabemos que la lucha seguirá el 2012, y que más temprano que tarde los niños se criarán en Chile con la certeza que irán a la universidad donde recibirán la educación que necesitan para desarrollarse como seres humanos, y que esto no tendrá una tarifa, pues ya no será una mercancía. Mientras esto se consigue luchando, los endeudados por esta educación mercantil que recibimos, no debiéramos pagar ni un solo peso».
El primer número impreso de revista MALA, fue publicado en noviembre de 2010. Según relata su editora Nathaly Jones, tuvo buena crítica y se generaron alianzas estratégicas para fortalecer el equipo editorial y difundir la publicación. Mientras resolvían como financiar las siguientes impresiones, en mayo de 2011 decidieron lanzar el sitio web publicando pequeños textos sobre contingencia. Finalmente y dada la dificultad de gestionar recursos para mantenerse como una publicación impresa, llegan a la convicción que el papel digital se presentaba como una excelente oportunidad para globalizar las ediciones, tener un mayor número de lectores e intercambiar experiencias con otros pueblos. Desde ese momento, incorporaron en el equipo a extranjeros que empezaron a escribir y a difundir el medio de comunicación en sus países. Desde septiembre del mismo año publican mensualmente revista MALA en el sitio web www.revistamala.cl
Nathaly nos cuenta que cada número es un especial que trata una temática diferente, como Drogas, Latinoamerica Unida, Lumpen y Violencia en las Calles. En este último se señala que la aparición del lumpen viene a reflejar una gran discomnformidad, un resentimiento social que aflora con actos salvajes y que se materializa con un gran deseo de provocar una sensación de ingobernabilidad.
El equipo editorial es amplio y diverso. Está compuesto por escritores, economistas, historiadores, cientistas políticos, periodistas, artistas y dirigentes sociales. Las reflexiones de todos ellos son llevadas a la imagen hoy poe el diseñador Claudio AF y por Mi Fotografía es Protesta. La pauta, los vínculos y la edición están a cargo de la editora de la revista, la maligna Nathaly Jones.
El Ciudadano
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