Como resultado de los controles de consumo de drogas por parte de Carabineros como la PDI, lo que evidencian el consumo por parte de funcionarios, tal como les ocurrió a dos cabos de la Segunda Comisaría de Licantén (VII Región) fueron dados de baja luego de que un test de drogas descubriera la presencia de una sustancia ilícita en 2015.
Como estos casos, desde 2010, la policía uniformada ha expulsado a 78 efectivos de sus filas por consumo de drogas ilícitas. Mientras, en la PDI fueron tres los separados.
Son 81 efectivos desvinculados, según las cifras obtenidas hasta septiembre de este año. Aunque si se considera la cantidad de años y de efectivos que posee actualmente cada institución, el número detectado por consumo es un porcentaje menor.
En ambas policías los procesos están regulados y se efectúan contramuestras y exámenes en laboratorios externos para confirmar el consumo. Los exámenes se hacen cada año, de forma aleatoria.