Para el año 2050 los desechos de plástico van a sobrepasar en peso a los peces en el océano. Ya hay más de 5,25 billones de piezas de plástico en los mares del mundo. Aunque las estadísticas pueden ser chocantes, nada es tan elocuente como la realidad y las imágenes.
Estas imágenes fueron captadas por la fotógrafa Caroline Power, entre las islas Roatan y Cayos Cochinos, en la costa de Honduras, y fueron tomadas a fines de septiembre y principios de octubre de 2017.
La basura tiende a acumularse alrededor de las mareas y donde convergen las corrientes, las que arrastran restos marinos y contaminación plástica para finalmente formar bancos de desechos.
Esta basura lleva algunos años acumulándose. «Desafortunadamente se está volviendo cada vez más común. Yo he vivido en la isla de Roatan, Honduras, por 11 años», dijo Power a IFLScience en un comunicado. «El problema de la basura ha empeorado en los últimos 5 a 7 años. Las corrientes que solían tener principalmente algas y un poco de plástico y poliestireno, ahora incluso son casi pura basura en algunas épocas del año», relata Power.
La solución no es simple. Para lograr revertir este problema es necesario cambiar la forma en que consumimos y vivimos, desde la gestión de los políticos hasta las mejoras masivas en infraestructura y los cambios de hábito en las personas.
El reciclaje es es el paso más obvio, pero aun más importante es reducir la cantidad de productos plásticos (y en envases plásticos) que compramos; por ejemplo, comida en envases de poliestireno (plumavit), bebidas en botellas plásticas o juguetes desechables. Además, cada persona y familia debería reutilizar los envases de plástico que ya tiene y acostumbrarse a llevar una bolsa de compras, especialmente a los almacenes de los barrios.
Incluso si solamente el 1% de las personas cambiara sus hábitos con respecto a uso del plástico, ya estaríamos dando un gran paso adelante, dice Power, y agrega que «Roatan no está sola en nuestra batalla con la basura oceánica. Es un problema que enfrentan todas las costas, mares y océanos».
«Cada persona en cada país es responsable por la crisis global de la basura», concluye Power.
EC