«El gran debate es la propiedad y administración de las tierras», aseguró a la radio de la universidad de Chile el historiador mapuche Fernando Pairicán, en relación a la situación dada a conocer por la emisora, sobre el arriendo a doscientos años del terreno donde se ubicaba el incendiado templo del “Caso Iglesias”.
Para el historiador, «hay que echar el reloj atrás cien años para ver cómo se fue conformando la propiedad de la tierra en la Araucanía, y ahí uno se podría dar cuenta que están las tierras usurpadas, pero que detrás de eso están las tierras antiguas, las que la memoria recuerda cuáles eran sus propietarios».
Pairicán añadió que son estas últimas las que se han ido perdiendo a través de distintas formas de despojo, entre ellas, estos arriendos que en la práctica son engaños. «Las tierras antiguas, las tierras ancestrales se han ido perdiendo a partir de estas múltiples formas de usurpación ‘legales’ que van desde los juicios en los juzgados de indios hasta los arriendos de 99 años que a todas luces es un engaño, es una política estatal mal hecha, mal diseñada e implementada que lo unció que ha hecho es generar más resquemor de parte de los pueblos originarios».
Para el autor del libro «Malon, la rebelión del pueblo Mapuche», el principal tema en disputa es la propiedad de las tierras, para lo cual, a su juicio, se requiere de una reforma agraria. «Yo creo que en el fondo la propiedad de la tierra es el gran debate que se avecina para resolver las diferencias entre el mundo indígena y el mundo de los agricultores. Yo creo que hay que plantearlo directamente, para poder revertir los problemas que hay allá, se necesita una reforma agraria que vuelva a repartir la propiedad de la tierra que el pueblo mapuche necesita para su sobrevivencia y desarrollo».
Finalmente, Pairicán vaticinó que quien administre el Gobierno a partir de las próximas elecciones «va a tener un corte de carácter más multicultural», en donde «se va a avanzar en algunos aspectos de las consultas, posiblemente en el reconocimiento constitucional, lo que hasta el día de hoy no genera ninguna controversia, sin embargo, no se van a resolver las problemáticas fundamentales que son los derechos políticos y la propiedad de las tierras».