El mapa más claro jamás producido de la cantidad de calor liberado desde las profundidades de la Tierra debajo de la Antártida ha sido liberado. Los expertos crearon el gráfico más actualizado, preciso y de alta resolución del «flujo de calor geotérmico» que llega a la base de la enorme capa de hielo de la región.
Los datos utilizados provienen principalmente de mediciones magnéticas recogidas por aviones que sobrevuelan el continente y muestran los «puntos calientes» en el área. Los científicos creen que el calentamiento global ya está causando alteraciones drásticas al hielo, y niveles más altos de energía geotérmica podrían empeorar las cosas.
El estudio, dirigido por British Antarctic Survey (BAS), revela áreas clave bajo la Antártida Occidental y en la Península Antártica, las áreas que más rápidamente cambian en la capa de hielo de la Antártida. De las diversas fuerzas que dan forma y controlan el flujo de hielo en el área, el calor geotérmico es el menos estudiado, dice el equipo internacional de científicos.
La capa de hielo de la Antártida contiene las reservas más grandes de agua dulce en nuestro planeta, alrededor del 70 por ciento del agua dulce del mundo, y actualmente está perdiendo hielo, lo que contribuye al aumento del nivel del mar.
El calor en el lecho rocoso que se encuentra debajo de la capa de hielo, lo cual facilita su movimiento. Sin embargo, es increíblemente difícil tomar medidas directas del calor provenientes del interior de la Tierra debajo de 1.8 a 2.4 millas (tres a cuatro km) de hielo en condiciones extremadamente frías y hostiles.
En cambio, los investigadores han utilizado datos magnéticos para inferir los niveles de calor, produciendo un mapa de que dicen es de 30 a 50 por ciento más preciso que los estudios previos. En una declaración escrita, el glaciólogo de BAS, el profesor David Vaughan, dijo: «Si queremos predecir con certeza la respuesta futura de la Antártida en un mundo en calentamiento, los científicos deben comprender el papel que juega el calor de la Tierra. Lo que sabemos es que con el tiempo, el flujo de calor en el hielo es bastante constante y la capa de hielo se adapta a él. La pérdida de hielo que hemos visto en las últimas décadas es en realidad el resultado de los cambios en las temperaturas del aire y del océano».
Los científicos también usaron observaciones de los cambios en la altitud de la superficie de la capa de hielo, capturados por el satélite IceSat de la NASA y la campaña Operación IceBridge en el aire.
El estudio encontró que el flujo de energía de la pluma del manto no debe exceder los 150 milivatios por metro cuadrado, comparado, por ejemplo, con un flujo de calor de 490 a 60 milivatios en regiones sin actividad volcánica, y un promedio de 200 milivatios por metro cuadrado debajo Yellowstone.