Un planeta potencialmente habitable, denominado Ross 128 b, ha sido descubierto a solo 11 años luz de distancia. Es aproximadamente del tamaño de la Tierra y orbita alrededor de su estrella una vez cada 9,9 días.
Los astrónomos calculan que su temperatura superficial podría estar entre -60°C y 20°C, por lo que es templada y posiblemente capaz de sostener océanos y vida.
El planeta fue descubierto por un equipo de astrónomos europeos y sudamericanos dirigidos por Xavier Bonfils (Instituto de Planificación y Astrofísica de Grenoble, Francia) que utilizaban el HARPS, instrumento líder en búsqueda de planetas del Observatorio Austral Europeo. Los científicos publicaron el descubrimiento en Astronomy and Astrophysics.
HARPS identifica los planetas por la forma en que se tambalean por la gravedad de sus estrellas madre. Esta vez mostró que Ross 128 b es más voluminoso que la Tierra, con al menos 1,35 veces el volumen de nuestro planeta. Esto significa que tendría una fuerza de gravedad más fuerte en su superficie.
Ross 128 b está 20 veces más cerca de su estrella que la Tierra del sol, por lo que su año dura solo 9,9 días, pero no es extremadamente caliente porque la estrella es una enana roja, es decir, mucho más débil que el Sol.
Ross 128 b no es el planeta más parecido al nuestro. Ese lugar lo ocupa Proxima Centauri b, que fue descubierto en 2016 y está a solo 4,24 años luz de distancia. Pero aunque Ross 128 b es notablemente similar en tamaño y órbita a Proxima Centauri b, puede tener una clara ventaja en lo que respecta a su potencial habitabilidad.
Al igual que muchas enanas rojas, Proxima Centuari es una estrella activa, cargada de grandes erupciones estelares que emiten rayos ultravioleta y rayos X que pueden dejar al planeta cercano completamente estéril. Pero al contrario, Ross 128 es una enana roja en reposo que carece de este tipo de actividad fulminante.
El análisis de estos mundos será plausible cuando el Observatorio Europeo Austral abra el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT) en 2024. E-ELT tendrá un espejo de casi 40 metros de ancho, unas cuatro veces más grande que cualquier espejo telescópico de la actualidad.
Aunque se trata de un telescopio basado en tierra, contará con tecnología avanzada que corregirá la distorsión de la imagen causada por la atmósfera, proporcionando imágenes 16 veces más nítidas que el Telescopio Espacial Hubble.
Encontrar oxígeno en la atmósfera de Ross 128 b, o en cualquier otro planeta cercano, sería un fuerte indicador de habitabilidad, pero también de la posibilidad de albergar vida extraterrestre , lo que no necesariamente significa vida inteligente.
Luego de este nuevo descubrimiento, los planetas Ross 128 b y Proxima Centauri b son los principales objetivos en la búsqueda de vida más allá de la Tierra.
Fuente, The Guardian
El Ciudadano