El desolador final de las desertoras del régimen norcoreano: terminan como esclavas o “cerdas” en China

Esta semana Estados Unidos y China hicieron noticia en cuanto a políticas de inmigración luego de que la nación americana agregara a su par asiática en la lista negra de traficantes de personas, donde también se encuentra Corea del Norte

El desolador final de las desertoras del régimen norcoreano:  terminan como esclavas o “cerdas” en China

Autor: Pato Lakes

Esta semana Estados Unidos y China hicieron noticia en cuanto a políticas de inmigración luego de que la nación americana agregara a su par asiática en la lista negra de traficantes de personas, donde también se encuentra Corea del Norte.

La razones de Estados Unidos para tal acción tienen que ver con la relación entre el gigante asiático y el país liderado por Kim Jong-un, una de supuesta complicidad en lo que respecta al tránsito de personas destinadas a la explotación sexual.

Rex Tillerson, el jefe de la diplomacia estadounidense, explicó que “China cayó en esta lista en parte, porque no ha tomado medidas serias para poner fin a su complicidad en el tráfico de seres humanos, incluyendo a los norcoreanos sometidos a trabajos forzados”.

“Corea del Norte recibe cientos de millones de dólares por año (…). Eso no puede continuar”, agregó Tillerson.

Se trata de una temática que incluso en varias oportunidades ha sido fuente de inspiración para autores de libros, como el titulado “Querido Líder”, escrito por un desertor norcoreano Jang Jin-sung.

En su texto, Jin-sung relata experiencias de personas que han caído en el tráfico de personas, las que él mismo cataloga como “horripilantes”.

“En China, hay menos mujeres que hombres, y en algunas aldeas no hay mujeres siquiera. Estos hombres no pueden casarse, a menos que tengan dinero… Entonces, hay hombres que se dedican a secuestrar a mujeres norcoreanas apenas cruzan la frontera con China”, explicó Shin Gwang-ho, un agente de bolsa que aparece mencionado en el texto y quien cuenta que los desertores norcoreanos arriesgan su vida por una vida peor a la que dejan atrás.

“¿Saben cómo llaman a las mujeres norcoreanas aquí?”, preguntó Shin desde su casa en el noreste chino. “Cerdas”, contestó.

“En el campo chino, los cerdos son valiosos, así que la gente llama a las mujeres ‘cerdas’. Son clasificadas según su edad y apariencia. Una ‘cerda’ de primera categoría puede conseguirse por alrededor de 200.000 won; la segunda categoría se vende a 150.000 won; y la categoría tres puede costar 100.000 won. Los brokers, que actúan como intermediarios, cobran la mitad del precio de venta como honorarios. Categoría uno es equivalente a alrededor de USD 1.500″, contó el corredor de bolsa en el texto.

“Si te venden a ese precio, por lo menos vas a una mejor vivienda. Debajo de ese monto, las mujeres son llevadas a campos muy remotos o son casadas con hombres discapacitados que no pueden encontrar esposas. Pasan el resto de sus vidas pudriéndose. El campo aquí es un lugar miserable (…) muchas son encadenadas para que no se escapen”, cerró Shin Gwang-ho.

Según el agente, hay cerca de 100 mil norcoreanos capturados en China. Sin embargo, otras fuentes reportan que esa cifra podría llegar a los 200.000.

vía guioteca


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