Las ciudades sumergidas suelen ser temas de leyendas sin un sustento fáctico, pero este no es el caso del hallazgo de una construcción sumergida en un lago de Turquía.
Luego de diez años de búsqueda subacuática, los arqueólogos dieron con los restos de un imperio perdido a cientos de metros en el lago de Van, el segundo más grande del Medio Oriente.
Los investigadores de la Universidad Van Yüzüncü Yıl anunciaron el descubrimiento de un castillo de 3.000 años de antigüedad, en increíbles condiciones de preservación.
Las ciudades y castillos sumergidos son un motivo común en el folclor y las leyendas, así como las historias de monstruos perdidos en las profundidades de los lagos.
Tahsin Ceylan, quien está a la cabeza del proyecto en Turquía, inicialmente buscaba al llamado monstruo del lago de Van, pero terminó descubriendo una ciudad perdida.
«Existía el rumor de que podía haber algo bajo el agua, pero la mayoría de los arqueólogos y autoridades de museos nos decían que no encontraríamos nada», dijo Ceylan a Daily Sabah.
El castillo se extiende por alrededor de un kilómetro, con murallas que se elevan hasta los 3 o 4 metros, y se ha mantenido en buenas condiciones gracias a las aguas alcalinas del lago.
Los investigadores creen que se trata de una reliquia de la Era del Hierro de la perdida civilización Urartu, también conocida como reino de Van, que se desarrolló en la región entre los siglos IX y VI a.C.
El nivel del agua del lago ha fluctuado considerablemente durante el milenio, por lo que los investigadores piensan que era mucho más bajo en el tiempo de la civilización Urartu que en el presente, y que fue subiendo gradualmente hasta cubrir partes de la ciudad perdida.
«Muchas civilizaciones y personas se han asentado alrededor del lago de Van. Ellas llamaban al lago ‘el mar superior’ y creían que escondía muchos misterios. Con esta creencia en mente, estamos trabajando para revelar los secretos del lago», dice Ceylan, citado en Science Alert.
El trabajo está dando sus frutos. El año pasado el equipo descubrió un sitio de estalagmitas de 4 kilómetros cuadrados y lápidas mortuorias de la era Seljuk, de hace unos mil años; todo bajo el mismo lago. A principios de este año, los arqueólogos anunciaron el descubrimiento de un barco ruso que se habría hundido en 1948.
El equipo no ha podido establecer con claridad cuán profundamente están enterradas las murallas bajo el sedimento del lecho del lago, por lo que seguirán trabajando en terreno para precisar esta información y más datos sobre las personas que antiguamente habitaban esta área.
«Es un milagro encontrar este castillo bajo el agua. Arqueólogos vendrán hasta acá a examinar la historia del castillo y proveer información sobre él», comenta Ceylan. «Hemos detectado la ubicación exacta del castillo, lo hemos fotografiado y hemos avanzado en nuestra investigación. Ahora creemos que hemos descubierto una nueva área para que estudien arqueólogos e historiadores», concluye.
EC, Vía Science Alert