La actriz y también ganadora del Oscar, Natalie Portman, declaró que «tiene 100 historias» qué contar sobre discriminación y acoso en la industria de Hollywood.
Estos dichos se dan luego de que se desatara una ola de denuncias sobre abusos sexuales perpetrados por actores, productores y personajes de la industria del entretenimiento estadounidense.
La estrella de cine dijo que una vez un productor la invitó a volar con él, que aceptó y cuando ya estaban en el avión había una cama.
Portman indicó sentirse «afortunada» de no haber sufrido abuso sexual, pero sí fue víctima de discriminación u hostigamiento «en casi todo en lo que he trabajado de alguna manera».
Las declaraciones de la actriz tuvieron lugar el domingo pasado en el marco del Festival Vulture en Los Ángeles (EE.UU.), que organiza el portal del mismo nombre.
La estrella de cine dijo que una vez un productor la invitó a volar con él, que aceptó y cuando ya estaban en el avión había una cama. «No pasó nada, no me atacaron. Esto no me hace sentir cómoda. Pero eso no estuvo bien. Eso fue realmente inaceptable y manipulador y podría haber sido… tenía miedo, ¿sabes?», afirmó.
Portman también admitió que rechazó el trabajo que pudo llevarla a ser considerada como un objeto cuando era más joven. «Definitivamente hubo un período en el que me sentí renuente a hacer cualquier tipo de escenas de besos, escenas sexuales. Porque (para) mis primeros papeles, la reacción que la gente (tendría) en sinopsis (era) llamarme ‘Lolita’ y cosas así», sostuvo al respecto.
«Normalmente entras en una película como la única mujer, y a menudo eres la única en el set. Es muy raro tener a miembros femeninos aparte de la peluquera, la maquilladora y estilista»
También destacó el dominio abrumador de los hombres en los estudios de filmación en lo que lleva de carrera. «Normalmente entras en una película como la única mujer, y a menudo eres la única en el set. Es muy raro tener a miembros femeninos aparte de la peluquera, la maquilladora y estilista», indicó.
Por último, Portman afirmó que lo más sorprendente es que «casi parece estratégico mantenerte alejada de otras mujeres, porque no tienes la oportunidad de compartir historias. Todas estas acusaciones son como, ‘oh sí, todos estaban aislados el uno del otro’, la gente no compartía’. No se dieron cuenta de que había cientos de personas con historias similares», concluyó.