“Terrorismo, mentiras y video” se denominó el conversatorio en el que participó el destacado periodista de investigación, filósofo y documentalista Andre Vltchek, encuentro que se desarrolló en el marco de las actividades del 58° aniversario de Radio Universidad Austral de Chile.
Nacido en San Petersburgo y de nacionalidad estadounidense, el también novelista -como prefiere que lo nombren- ha destacado por cubrir conflictos armados y develar cómo el terrorismo occidental forma parte de una construcción de los Estados de Occidente, expandiéndose a todo el mundo. De hecho, ha cubierto decenas de zonas de guerras y conflictos, como Bosnia, Ucrania, Perú, Sri Lanka, Timor Leste y la República Democrática del Congo.
Sus trabajos reflexionan sobre la influencia de la propaganda en la visión y posición del concepto de terrorismo ante Estados que atentan contra los intereses geopolíticos de las llamadas potencias mundiales, como por ejemplo Estados Unidos.
Dentro de sus obras está el trabajo conjunto con el lingüista Noam Chomsky, con quien dice llevarse bien en este campo de reflexión crítica sobre el concepto terrorismo.
En esta entrevista con la Radio de la Universidad Austral de Chile, Andre Vltchek profundiza sobre la construcción del terrorismo en América Latina. Además, se refiere a la situación chilena, abordando el concepto de terrorismo utilizado principalmente cuando se habla del pueblo mapuche.
¿Cómo nace la concepción de terrorismo y cómo llega a Latinoamérica?
El concepto de terrorismo viene de Occidente desde hace más de 500 años. La colonización del continente fue un acto terrorista que venía desde España y luego desde Portugal, y seguía después con la política exterior de los Estados Unidos, haciendo golpes de Estado en varios países de este continente: República Dominicana, Brasil, pero también Chile el 11 de septiembre de 1973, además de varios otros actos de terrorismo. Naturalmente el imperio occidental siempre habla de terrorismo de los otros, pero es muy interesante que la misma estrategia fue utilizada por el gobierno nazi durante la Segunda Guerra Mundial, llamando terrorismo básicamente a cualquier cosa que fuere lucha de resistencia contra su ocupación.
El terrorismo musulmán es una creación del colonialismo y poscolonialismo occidental; comenzaron con los británicos y con el wahabismo en el siglo XIX en Arabia Saudita y después en Afganistán, Siria y en otros lugares en donde Occidente inyectó este tipo de terrorismo. Esto no es algo que creció genéricamente desde la cultura musulmana; es algo muy extranjero para la cultura musulmana.
Pero el terrorismo verdadero en este continente viene históricamente desde la Colonia y después con el neocolonialismo de Norteamérica y su política exterior que sigue hasta ahora contra los países independientes como Venezuela o como Cuba.
Andre, ¿cómo ayuda o influyen los medios de comunicación en posicionar este concepto de terrorismo en América Latina en la actualidad?
Los medios de comunicación en América Latina hasta ahora han actuado de [una manera que provoca] una absoluta vergüenza; ésta es la verdad. También en los países donde ya se siguió una revolución progresista, socialista o rosada -como en Ecuador, Venezuela y Bolivia- es muy interesante [lo que se produjo]. Esto porque en la misma Venezuela que sobrellevó la lucha independentista contra el Imperio los medios de comunicación están principalmente en manos de la derecha; de una derecha dura y extrema. Lo mismo sucede en países como Ecuador, donde tú puedes tener un gobierno progresista como el de Correa -y ahora hay un nuevo gobierno-, pero tú vas al aeropuerto y en la sala de espera la televisión está bombardeada por Fox o CNN en Español.
Tengo una experiencia que me sucedió después de mi última visita en Ecuador viajando a Lima, donde me siento a esperar el avión en el aeropuerto Jorge Chávez y estaban todas las pantallas prendidas y ¿qué veo?: veo CNN en Español entrevistando a algunos ‘gusanos’ de Venezuela contra el gobierno de Chávez. Como soy bastante guerrillero fui a buscar a una persona encargada del aeropuerto, protesté y le dije: ´Tú eres de América Latina y éste es tu país vecino Venezuela. Tú estás mostrando la propaganda contra tu país hermano de América Latina en tu propio aeropuerto internacional. Por lo menos ten alguna vergüenza’… Esto que está sucediendo en América Latina es porque no hay solidaridad; éste es un problema tremendo que tiene el continente.
Vltchek se detiene ampliamente en este punto. “La solidaridad venía de dos países principalmente: de Cuba y de Venezuela mediante el Presidente Chávez. Hasta que el país tenía recursos ayudaba a sus países vecinos, siendo esto un intento por solidarizar la política exterior y también fue un intento por solidarizar la información con algunos medios de comunicación como Telesur. Pero históricamente este continente, y es una vergüenza, no tiene ninguna solidaridad entre los pueblos que sufren. Por ejemplo, Nicaragua durante la revolución sandinista fue totalmente abandonada y ‘vendida’ por sus países vecinos como Honduras y Costa Rica. Vemos lo mismo con Colombia y los países vecinos de Venezuela”, explica.
Y agrega que “la cooperación y la solidaridad siempre fue de la derecha extrema. Fue algo muy negativo como la Operación Cóndor durante dictaduras en el Cono Sur y otras operaciones de la extrema derecha, pero esto también [sucedió] en medios de comunicación. Claramente hay cadenas sinvergüenzas. Parte de éstas son las que incluyen medios como El Mercurio en Chile o El Comercio en Perú, que son de la derecha y que producen desinformación o información completamente incorrecta y propagandística que tiene raíces en la política exterior de los Estados Unidos”.
En el caso de Chile, en particular el conflicto histórico Estado-mapuche tiene que ver, por un lado, con las demandas y reivindicaciones históricas con las tierras que se le quitaron en su minuto a un pueblo que tiene más de 500 años de existencia y ha logrado hitos en América Latina. Ante esto, ha existido en esta última década un intento de estigmatizar a miembros del pueblo mapuche, involucrándolos en delitos como quema de camiones o de viviendas, y juzgándolos ante eso como atentados terroristas. ¿Qué le parece lo que se está viviendo actualmente en Chile con el pueblo mapuche? ¿Considera que esto es terrorismo?
No, naturalmente que no porque el pueblo mapuche históricamente ha sido abusado por el colonialismo y por el colonialismo interno chileno. Es un pueblo muy fuerte históricamente, porque pararon a los españoles, si no me equivoco, al sur de Temuco. No pasaron los españoles y por eso se llama La Frontera. Destruyeron al pueblo de manera completamente absurda y patética porque en tiempos de la Guerra del Pacífico utilizaron a los alemanes… Y así, claro, los alemanes ayudaron con la guerra en que Chile se metió al lado de Inglaterra y utilizando migrantes de Europa finalmente derrotaron a la resistencia mapuche.
Chile es un país muy complicado porque en realidad tenía movimientos progresistas muy positivos y en esa época la política fue muy diferente y dio esperanza al pueblo mapuche. Ahora estamos en una situación muy complicada pero no pienso que sea tan negativo. Esto, porque hay un grupo, hay una cantidad de chilenos que yo pienso que comprenden lo que está pasando y entienden la causa mapuche y la están apoyando. Acá hablamos otra vez de neoliberalismo, de cinismo, de clases altas que se sienten muy europeas, muy de élite, y esto es de siempre con los indígenas, con los que tienen cultura diferente como de Occidente o de Europa.
Esto no es una situación exclusiva porque sucedía lo mismo en países como Perú, Ecuador o Bolivia. Lo absurdo es que en estos países como Perú o Bolivia hay una gran cantidad de población indígena donde unos grupitos de colonias europeas fueron controlando absolutamente todo y discriminando contra su propio pueblo y su propia mayoría.
Ahora la situación es absolutamente diferente. Es una belleza lo que está pasando en Ecuador. En Quito antes los indígenas no podían ni entrar al teatro; ahora los teatros son libres para todos y están dando obras indígenas para su propia gente… Entonces hay cambios tremendos como todos sabemos. Bolivia es un país multirracial y su bandera está en todos sus edificios de gobierno. En Ecuador, en Bolivia y en Venezuela, se reconocen las raíces que tiene el pueblo –comenta que estos países ponen la cultura indígena en el centro de la vida cultural y en la filosofía de vida-. En Argentina y Chile esto falta. En estos países las mayorías blancas de migrantes europeos están controlando las tierras y están tratando de manera desafortunada a los indígenas, con falta de respeto y con una brutalidad tremenda. Afortunadamente en ambos países, en Chile y Argentina, hay gente educada, grandes artistas, poetas, pensadores, profesores y filósofos que están con los pueblos indígenas. Entonces esto responde a un conflicto entre las élites que muchas veces no tienen cerebro propio, [y actúan] solamente escuchando el mando que viene de Europa y de Estados Unidos.
¿Cree que en Chile haya terrorismo?
Hay terrorismo de Estado contra el pueblo indígena. Yo conozco esta parte del mundo y tengo amigos en Temuco que he visitado en algunas ocasiones. Absolutamente no hay terrorismo mapuche.
Por último, acá en Chile es muy cuestionada la Ley Antiterrorista, que es la forma como se manifiesta este terrorismo de Estado. ¿Conoce algunas herramientas que se utilicen para hacer terrorismo de Estado?
Yo no quiero dar ejemplos prácticos porque ahora estoy un poco alejado de Chile. Pero esto es una cosa muy filosófica y no es nada nuevo para mí. El terrorismo de Estado o el terrorismo institucional coincide con el colonialismo de estas tierras y esto sigue, ya que no se reconocen los derechos de pueblos indígenas en toda América Latina, desde México hasta Tierra del Fuego… Los grupos de gente de estos países tienen derechos. Hasta este tiempo sigue la política de colonialismo, es decir, de terrorismo de Estado.
El problema con Chile, Argentina y otros países, es que las élites blancas de ascendencia europea están todavía trabajando para la Colonia, para sus países de origen de Europa y muy poco para los países donde vivieron. Hoy hay una minoría de indígenas en estos países. Pero son una minoría producto de la matanza y también por la migración muy fuerte desde afuera. Sin embargo, esto que el pueblo indígena y el pueblo mapuche sea una minoría no significa que deban ser tratados como gente sin derechos, sin importancia y sin derechos a tener su propia tierra y su forma de vida.