Estados Unidos retira sus tropas de Irak y oficialmente anunció el fin de la ocupación. Aunque la ocupación real en la zona del Golfo Pérsico continúa por un tiempo indefinido.
Estados Unidos mantendrá en la región de mayor complejidad estratégica por su riqueza en recursos naturales y su proximidad a los centros de poder un robusto poderío militar, para enfrentar cualquier emergencia bélica.
Se estima que la fuerza operativa militar comprende un contingente superior a los 50.000 soldados de campo para estar repartidos en los países del Consejo de Cooperación del Golfo, esto es, Arabia Saudita, Bahréin, Qatar, Emiratos Árabes, y Omán, con quiénes Estados Unidos mantiene estrechos lazos de cooperación.
En octubre pasado el General en Jefe del Comando Central, Karl Horst, con extensa experiencia en la ocupación a Irak, anunció la nueva postura en la zona del Golfo, destacando unidades militares más ágiles y de menor volumen aunque con mayor capacidad de desplazamiento y en condiciones de entrenar a las fuerzas militares locales. “Pienso que es más sano, más eficiente y práctico volver al período anterior al de la gran presencia militar con soldados en combate”. (31 octubre 2011. DenverPost)
La nueva arquitectura de la seguridad consiste en mayor integración en el uso de la fuerzas de aire, mar y tierra con un foco claro en desarrollar acciones preventivas y un mayor equilibrio y articulación entre las opciones políticas y militares.
El fortalecimiento de la seguridad estratégica de la zona surge de una mirada a largo plazo de la cooperación y la formación de alianzas en esta nueva arquitectura de la seguridad, en oposición a la política del “poderío del fuerte aislado” y la confrontación.
Algunas lecciones de la invasión
1. Se invadió unilateralmente a una nación soberana con una coalición de 27 países, sin el apoyo de la ONU y aún violando una resolución del Consejo de Seguridad “el mundo no se vino abajo”. Se comprobó la debilidad intrínseca del multilateralismo y la existencia de poderosos adversarios.
2. Estados Unidos se ha posicionado militarmente en la zona estratégica más compleja para los equilibrios de poder al nivel global.
3. La ocupación de Irak es una evaluación directa del actual nivel de contención a la supremacía casi aplastante de la alianza transatlántica. Ni China ni Rusia, ni el resto de la comunidad internacional representan un “salvoconducto internacional” para la creación de un clima de equilibrios. Restarle poder a esa alianza que avanza a paso seguro hacia la supremacía global total, por sobre el resto de las naciones, parece una utopía.
4. Irak como antecedente ha sido el campo operacional más formidable para Estados Unidos y la alianza occidental en experimentar capacidades bélicas para futuras guerras y ocupaciones.
5. Aún así, el gasto acumulado que se eleva a cerca de 3 billones de US dólares y la presencia militar en la zona no han servido para contener el poder de los Talibanes y el descontento del mundo islámico. En la perspectiva política el costo beneficio es 0.
Fin de la ocupación y algunos mitos
1. Gasto. La ocupación no es gasto sino más bien una inversión con mirada estratégica a largo plazo. Los partidarios de la invasión pueden agradecerle a los neoconservadores liderados por Bush que decidieron invadir y llegar controlar una zona muy ambicionada.
2. La verdadera ocupación que continúa, es la fragmentación interna de Irak y las enormes dificultades para recomponer el tejido político y social. El partido Baath, estigmatizado por haber sido el sostén político del derrocado Hussein y del estado, no solo le puede entregar un orden básico a la reconstrucción, sino que es además la fuente más poderosa de la resistencia sunita a las nuevas autoridades de predominio chiita.
La “otra ocupación” y la más profunda es la cultural. Es aquella de forzar la noción de “democracia a la occidental” como modelo único para formar repúblicas y asegurar gobernanza con libertades públicas. Lo que se esconde detrás de la fachada de este modelo es lo que cuestionan actualmente muchas poblaciones en el mundo entero y que exhibe un expediente muy claro: con todo el poder a su disposición el modelo no ha sabido administrar el planeta. Por el contrario lo tiene prácticamente en las brasas.
Por Juan Francisco Coloane