¿Sabes cada cuánto tiempo deberías lavar tu sostén para evitar problemas en los pechos?

En 1914 Mary Phelps creó el sostén, corpiño, sujetador o como quieras llamarle

¿Sabes cada cuánto tiempo deberías lavar tu sostén para evitar problemas en los pechos?

Autor: Paula Toro

En 1914 Mary Phelps creó el sostén, corpiño, sujetador o como quieras llamarle. Esta mujer creó la prenda actual basándose en los corpiños que usaban las mujeres en la Antigua Grecia.

Esta prenda es la más usada por las mujeres, sin embargo, no siempre es la más cuidada.

Las principales funciones del sostén son sujetar y proteger, ya que la glándula mamaria es un órgano que carece de músculos, por ende, tiene muy pocos mecanismos para su fijación.

Solamente va apoyada de los músculos pectorales a través de ligamentos que no son muy potentes, llamados ligamentos de Cooper, y que es un tejido fibroso que necesita agentes externos como el sujetador. A medida que el tiempo pasa, estos ligamentos se van rompiendo y la piel se va cayendo, sobre todo si no se usa esta prenda.

Son muchos los descuidos que se generan en torno al sostén, ya que no estamos correctamente informados sobre su uso. Si bien se usa a diario, muchas veces no se elige la talla correcta. Otro error común es que no lo lavamos con la suficiente frecuencia que requiere.

Lo ideal es lavar el sujetador cuando ya te lo hayas puesto unas 4 o 5 veces, ya que si lo hicieras todos los días la prenda perdería su elasticidad y esto es algo esencial para proporcionar el soporte adecuado.

Igual todo va a depender de tu nivel de actividad, puesto que si lo usas para hacer ejercicio y sudas mucho, necesitarás lavarlo inmediatamente.

Cuando el sostén ya se ha usado muchas veces y ha pasado por la lavadora otras más pierde su funcionalidad. Una forma de darse cuenta es cuando los tirantes y la copa ya no sujetan bien y quedan como «sueltos», entonces ahí es hora de desecharlo.

Un error muy común a la hora de lavarlo es meterlo a la lavadora junto a las demás prendas de ropa. Lo ideal es lavar el sostén con un detergente especial para que las telas vuelvan a su estado original y no pierdan la elasticidad que brinda el soporte, y, por ende, la funcionalidad.

Si no tienes más opción que meterlo a la lavadora por un tema de tiempo, es recomendable que metas el sostén en el ciclo de lavado a mano o de prendas delicadas. Para eso mete estas prendas en una malla y ciérrala. Luego de terminado el lavado, seca el sostén al aire libre, ya que no se recomienda usar secadoras.

Además, recuerda siempre elegir la talla correcta de sostén, ya que si es muy apretada esto puede obstruir tus glándulas mamarias.

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