Muchos artistas actuales juegan con las perspectivas para crear ilusiones que engañen a nuestros ojos, y son muchas las personas que creen que esto es un invento del siglo XX.
Sin embargo, hace muchos años atrás, en el siglo XVII en Inglaterra, estas peculiares imágenes ya estaban muy en boga.
Un claro ejemplo de ello es la obra pintada en 1533 llamada «Los embajadores» del artista nórdico renacentista Hans de Holbein, y que es considerada una maravilla por la cantidad de mensajes ocultos y simbología que posee. Esta obra quedó en secreto hasta ya bien entrado el siglo XX.
Lo que llama la atención de esta obra es una extraña figura que está en primer plano. Hasta hace poco tiempo se pensaba que esto era sólo un hueso de sepia extrañamente colocado allí, sin embargo, el historiador Jurgis Baltrusaitis, descubrió que esto en realidad se trataba de una imagen anamórfica.
Para poder observarla hay que mirar desde uno de sus lados o usar una cuchara para ver su reflejo. De esta forma, la mancha alargada que se veía antes se transforma en una calavera que parece salir del cuadro.
En muchos cuadros de aquella época aparecían calaveras en su composición, y esto se daba porque es un símbolo de la muerte, un recordatorio de que no importa quién seamos o qué tengamos en la vida, al final, todos tenemos el mismo destino que es morir.
A continuación puedes revisar un video en el que se puede ver en detalle cómo al cambiar la perspectiva, la calavera aparece en efecto 3-D:
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