Es parte de la electa bancada frenteamplista en representación del distrito 13, compuesto por las comunas de El Bosque, La Cisterna, San Ramón, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda y San Miguel, uno de los más complejos por la serie de carencias sociales que viven día a día sus habitantes y que normalmente aparecen con los más bajos índices en los diferentes informes de caracterización socioeconómica.
Gael Yeomans, militante de Izquierda Libertaria y egresada de Derecho de la Universidad de Chile, tiene claro el desafío que significa disputar dentro de la institucionalidad la concreción del programa que propone el Frente Amplio, junto con ser un puente entre los habitantes del distrito que representa y el Parlamento; además de la tarea de fortalecer en el largo plazo al proyecto frenteamplista.
En este sentido, en conversación con El Ciudadano Yeomans sostiene que los ejes del trabajo, tanto en el Congreso como en el territorio, se debe llevar a cabo a partir del programa del conglomerado, el que -dice- es «el camino para la toma de decisiones, eso nos va a facilitar mucho la tarea». Y recalca: «Esta agenda no se desarrollará solo en el Parlamento, sino que también en la calle y en los territorios».
La diputada electa explica a este medio que «el rol de fiscalizador y de acompañamiento de procesos» es fundamental en su labor territorial, ya que «hay muchas falencias de los servicios públicos que son percibidas por los habitantes de estas comunas».
Sobre las definiciones que el conglomerado debe tomar con miras a la segunda vuelta presidencial, Yeomans estima que los llamados a votar por Alejandro Guillier para que no sea electo Sebastián Piñera no bastan. En ese sentido, argumenta: «No es suficiente el chantaje de que va a salir la derecha para votar por ellos, sino que debe existir un compromiso mayor y eso es lo que le pedimos a la Nueva Mayoría».
¿Cómo se asume la responsabilidad del Frente Amplio ante los resultados electorales obtenidos y las consecuencias en el escenario político?
Primero que nada, el resultado obtenido dio pie para demostrar la fuerza que realmente tiene hoy, en el sentido que hay una parte importante de la ciudadanía que respalda un proyecto de transformaciones que cambie el modelo neoliberal en Chile. Eso tiene su peso y, por lo mismo, la definición del Frente Amplio para la segunda vuelta es importante ya que puede desequilibrar la balanza en el escenario actual, que Sebastián Piñera pueda o no llegar a la Presidencia, lo que puede variar según lo que defina el FA. La misma composición de la bancada es otro ejemplo, ya que con 20 escaños refleja la fuerza que tendrá en el Congreso, lo que es un punto importante de considerar.
En estos 10 meses de vida el FA ha debido llevar una coordinación que por momentos se ha visto a prueba. ¿Cuáles son las lecciones que se pueden tomar de este período?
Creo que producto de este período de trabajo tuvimos como resultado un programa de transformaciones, que es resultado de un proceso de debate bien largo por todo el país, por lo que este plan es el que va a definir cómo nosotros vamos a actuar en el Congreso. Estas definiciones son el camino para la toma de decisiones, lo que nos va a facilitar mucho la tarea. En algún momento al FA le faltó, debido a su juventud, tener esa visión de fondo, es decir, qué es lo que nosotros queremos lograr como objetivo. Si en algún momento nos perdimos fue porque no teníamos claros los objetivos a largo plazo y es lo que debemos considerar en el actuar de la bancada, así como en la coordinación que tenga el FA en su conjunto.
¿Cuáles debieran ser los ejes de trabajo que deben encarrilar el trabajo parlamentario?
Bueno, nosotros votamos las prioridades y corresponden a temas de Salud, Educación, Pensiones, cambiar la Constitución por medio de una Asamblea Constituyente. Éstas marcarán el eje de nuestro trabajo. Ahora, yo estoy clara que una bancada parlamentaria no es suficiente para impulsar estas grandes transformaciones, y considerando también que depende de la disposición del Ejecutivo, hay que ver cómo incidimos a través de indicaciones y con una participación activa de los movimientos sociales, que ha sido uno de los compromisos que hemos tomado como parlamentarios; esta agenda que no se desarrollará sólo en el Parlamento, sino que también en la calle y en los territorios, lo que es la clave de cómo se va a orientar nuestro trabajo.
El trabajo en los distritos es importante llevarlo al Parlamento, en el que tú representas se cuentan algunas de las comunas más marginadas del país. ¿Cómo se traslada la vivencia de éstas en el debate parlamentario?
Ahí tiene que haber un trabajo muy fuerte. Una de las «sorpresas» que dio el FA fue no haber sacado buena votación sólo en comunas de élite, sino que también en comunas alejadas de los recursos y de las posibilidades para salir adelante. Esto es un gran desafío para toda la bancada, y en especial en este distrito hay que tener un rol muy importante porque hay municipios que tienen acusaciones muy graves, como vimos en el caso de San Ramón. Se debe tomar un rol de fiscalizador y de acompañamiento de procesos, ya que hay muchas falencias de los servicios públicos que son percibidas por los habitantes de estas comunas, que no tienen autoridades dispuestas a resolverlos y nuestra labor será llevarlas al Congreso para avanzar en soluciones que están propuestas en nuestro programa.
Definición de segunda vuelta: «Es responsabilidad de ellos»
Ahora, con miras a las definiciones de segunda vuelta. ¿Qué tan complejo es para el FA aparecer sin una posición definida respecto de apoyar o no a Guillier, considerando que las posturas conocidas van desde la «libertad de acción» a condicionarlo a la toma de ciertos compromisos?
La libertad de acción puede ser mal entendida, creo que no es una buena opción para el Frente Amplio porque aparece como si no quisiéramos tomar la definición. Ahora, sobre las otras opciones, como plantear ciertos puntos o condicionar el apoyo a cambio de que se recojan ciertas definiciones programáticas, esto último percibo que es bien acogido porque se entiende que no podemos dar un cheque en blanco a un próximo gobierno, dadas las malas experiencias con la Concertación y con la Nueva Mayoría. Creemos que hoy es la oportunidad de hacer cambios, y si eso quiere la candidatura de Alejandro Guillier tiene que ser mucho más clara porque hay mucha ambigüedad y se escudan en ella para llegar a cierta parte del electorado. Ya no es suficiente el chantaje de que va a salir la derecha para votar por ellos, sino que debe existir un compromiso mayor y eso es lo que le pedimos a la Nueva Mayoría.
¿Dejó de ser efectivo ese chantaje?
Sí, dejó de serlo. Por los resultados que nosotros vemos en primera vuelta, el chantaje de que ganaría Piñera en primera vuelta y que votar por Beatriz Sánchez era perder el voto, no fue respaldada por la ciudadanía. Con esto, es la Nueva Mayoría la que tiene que hacer gestos y no nosotros.
¿Es responsabilidad de ellos?
Sí, es responsabilidad de ellos. Sin embargo, esto no significa que estemos cerrados y los pronunciamientos del Frente Amplio apuntan a eso: queremos evitar que Sebastián Piñera sea Presidente, pero también queremos garantizar que hayan avances, que hayan transformaciones, que se garanticen derechos sociales y, al menos, buscamos tener un compromiso en estas materias.