Una de las razones de los detractores de Sebastián Piñera para oponerse a un nuevo gobierno del empresario son los cuestionamientos que pesan sobre su comportamiento que, para muchos, transita permanentemente por el margen de lo legal.
De ahí las chapas que se le han asignado al candidato de la derecha a La Moneda, siendo la más reciente la de «güiña», acuñada por el otrora pre-candidato del Frente Amplio, Alberto Mayol.
El «prontuario» que cada cierto tiempo se le recuerda a Piñera va desde el encargo como reo que pesó sobre él en 1982 en el marco del desfalco del Banco de Talca, hasta los negocios realizados con la empresa peruana Exalmar a través de Bancard mientras Chile se encontraba en medio del litigio en La Haya con esa nación y él ocupaba nada menos que el cargo de presidente de la República.
De ahí que hay quienes, molestos por la soltura con que el millonario chileno se continúa moviendo en el ámbito político, han decidido encararlo, por ejemplo, cuando se lo topan en la calle en medio de su campaña electoral. Así ocurrió cuando llegó hasta la Plaza de la Ciudadanía frente a La Moneda a grabar un spot y la gente comenzó a insultarlo, viralizando luego el momento a través de redes sociales.
Y así también sucede en este nuevo registro que ha comenzado a difundirse, en donde se ve a una persona que se acerca a Piñera «amablemente» para realizarle una particular pregunta: «¿Va a seguir robando?», le dice. La respuesta del candidato de la derecha es, al menos, desconcertante: «Sí, claro que sí».