Un reciente estudio entre estudiantes universitarios dio alarmantes resultados sobre la comprensión del consentimiento sexual que tiene los hombres.
Una de los factores de los que somos poco conscientes es que el consentimiento sexual es un fenómeno social con una evidente marca de género, encarnando al hombre como el que busca en toda ocasión el consentimiento, por ende el ente activo y la mujer la que sede, siendo pasiva.
Teniendo en cuenta lo que ha pasado en el mundo del espectáculo en que todos nos hemos sorprendido e indignado con las múltiples denuncias de acoso sexual que pesan en contra de grandes nombres de Hollywood, como lo son el productor Harvey Weinstein y, ahora último, Kevin Spacey. De hecho, tras revelarse lo ocurrido con el protagonista de House Of Cards, la plataforma Netflix decidió desvincularse por completo del actor y dejó en suspenso el futuro de la producción, queda preguntarse ¿por qué los acosadores actúan de esta manera? Este estudio podría tener la respuesta.
Teniendo en cuentas los casos de acoso, es que científicos decidieron analizar cómo varios hombres interpretaban las interacciones sexuales y terminaron descubriendo que ellos todavía son muy malos para identificar y entender lo que significa el consentimiento sexual.
El estudio llamado “Determinantes situacionales y disposiciones de la percepción de los hombres universitarios del deseo y el consentimiento sexual de las mujeres”, tuvo como participantes a 145 hombres universitarios y heterosexuales con un promedio de 20 años.
Usando como elemento de medición una encuesta digital, a cada estudiante se le presentaron por escrito seis breves situaciones que involucran a una mujer. En cada situación, se le dijo a los hombres que la mujer en cuestión «les resulta muy atractiva y que esperan tener relaciones sexuales con ella». Claro que cada escenario variaba su descripción de la mujer en múltiples factores, incluyendo su atuendo, historial sexual, consumo de alcohol, historial de relación y nivel de intimidad.
Los escenarios seleccionados se hicieron en base en «investigaciones que demuestran que con frecuencia estos factores se interpretan como indicadores de intención sexual y han demostrado aumentar en los terceros la percepción de responsabilidad de la víctima de agresión sexual».
Los resultados sorprendieron a todos y arroja un resultado alarmante, los hombres todavía no entienden por completo cuales son las fronteras sexuales. Muchos de los estudiantes confundieron el deseo sexual con el consentimiento. Los hombres pensaron que si ellos pensaban que la mujer quería prolongar la interacción sexual, eso contaba como consentimiento.
«Nuestros resultados además establecen que los hombres confunden los factores contextuales indicativos de deseo sexual con consentimiento implícito», indica en el estudio el Dr. Mattson. «Si (los participantes) percibían deseo, percibían que ella les estaba comunicando la voluntad o el consentimiento de avanzar en la interacción sexual y también creían que les estaba comunicando el consentimiento final para tener relaciones sexuales».
Los científicos concluyen que la forma en la que muchos hombres asumen un consentimiento sexual, es gracias a que se basan en sutiles diferencias en la comunicación no verbal cuando las intenciones sexuales de las mujeres «son ambiguas».