China es el orgulloso propietario del primer buque de carga totalmente eléctrico del mundo, el que ya está en uso.
Según informó China Daily, el barco de 2.000 toneladas métricas se lanzó en la ciudad de Guangzhou (o Cantón) el mes pasado y transita en la sección interior del río de las Perlas.
Construido por Guangzhou Shipyard International Company Ltd, la nave puede viajar 80 kilómetros después de haber sido cargada durante dos horas. Como señaló Clean Technica, dos horas es aproximadamente la cantidad de tiempo que tomaría descargar el barco mientras está atracado.
El buque de carga de China mide 70,5 metros de longitud, tiene una capacidad de batería de 2.400 kWh y alcanza una velocidad de viaje de 12,8 kilómetros por hora.
No es el vehículo eléctrico más rápido que se ha visto, pero está diseñado para transportar gran carga, no para navegar a gran velocidad.
«Como el barco es completamente eléctrico no presenta ninguna amenaza para el medio ambiente», dijo Huang Jialin, gerente general de Hangzhou Modern Ship Design & Research Co, la compañía que diseñó el barco.
Si bien el barco es otro signo de los cambios actuales y futuros en relación con los medios de transporte, la energía y el uso de combustibles fósiles, su carga muestra que aún estamos lejos de un cambio total.
Irónicamente, el primer buque de carga totalmente eléctrico del mundo se utiliza para transportar carbón, según Chen Ji, gerente general de Guangzhou Shipyard International.
A pesar de generar cero emisiones, el buque de carga todavía contribuye, en cierto modo, a la generación y propagación de las emisiones de gases que han conducido al calentamiento global.
Aun así es un escenario objetivamente mejor que un buque de carga tradicional que transporta carbón, pero se puede ver fácilmente el contrasentido de ahorrar en el transporte de un combustible que causa graves problemas medioambientales y, a la larga, económicos.
Esperemos que el buque de carga eléctrica no transporte carbón por mucho tiempo. Sea cual sea el futuro a corto plazo, estamos en un período en que evaluamos lo que debemos mejorar a largo plazo.
El Ciudadano, vía Science Alert