La carne como alimento está viviendo una renovación profunda y está próxima a cambiar de manera definitiva. En las últimas décadas, las alternativas a la carne han crecido, desde la carne de soja (que está bastante lejos de parecerse a la carne) hasta hamburguesas en base a plantas.
El impulso económico que creciente que existe sobre la industria de la carne alternativa hace que realmente pueda ser el futuro de la carne. Un ejemplo es el crecimiento que ha tenido la empresa Beyond Meat, que fabrica hamburguesas que saben a carne pero están hechas de plantas y ya se distribuye en miles de restaurantes, hoteles y supermercados en el mundo. Ahora se espera que triplique su producción, debido a la gran demanda que hay por estos alimentos, sobre todo desde el mundo empresarial, que está viendo cómo este rubro genera muchas ganancias: las carnes alternativas generaron $ 700 millones en ventas en tiendas en 2016, y que el mercado alcanzaría $ 863 millones anuales para el 2021.
El movimiento para que este producto crezca no se detiene: China e Israel han firmado un acuerdo de US$ 300 millones para cultivar carnes en laboratorios, y Bill Gates y Richard Branson han invertido en el futuro de esta tecnología y concepto.
Carne cultivada in-vitro
Desde sus humildes orígenes de soja, las alternativas de carne actuales se vuelven cada vez más futuristas, y con un mayor apoyo económico y tecnológico. Además de las alternativas basadas en plantas, hay una oleada de investigación e interés en la posibilidad de crear carne cultivada en laboratorio. Esta «alternativa» a la carne, sería técnicamente carne, pero se cultivaría en un laboratorio en lugar sacarla del cuerpo de animales vivos. A medida que el concepto de «carne cultivada en laboratorio» crece en popularidad, los diferentes grupos de investigación continúan innovando, produciendo carne cultivada in-vitro.
Ahora hay esfuerzos para incluso diseñar alimentos utilizando microalgas, un concepto rico en proteínas y nutrientes que es sostenible y responsable en términos de uso de la tierra y los recursos.
Hay una multitud de razones por las cuales la carne del futuro no será exactamente carne. El movimiento de la ciencia va hacia crear una carne igual a la carne, con su mismo sabor, forma y textura, para renunciar al origen animal de este alimento. Esto debido a varios factores, por un lado las inquietudes éticas que existen a nivel planetario sobre la cría industrial de animales, que además de llenarlos de antibióticos, los hace vivir un verdadero infierno en vida, siendo seres vivos torturados y masacrados con fines utilitarios.
Además de preocupaciones éticas, el cultivo tradicional de carne ocupa una cantidad significativa de tierra y recursos. US Geological Suvey calcula que se requieren 150 galones de agua para producir una hamburguesa de un cuarto de libra. De esta manera, producir solo un gramo de carne requiere un metro cuadrado de tierra y libera el equivalente a 221.63 gramos de CO₂. (Un solo buey pesa más de 1,000 libras, o 453,592 gramos, y una sola granja puede criar cientos de ellos). Como tal, la producción de carne es una carga pesada y significativa para el medio ambiente, y es un factor contribuyente en la progresión del cambio climático .
Afortunadamente, a medida que se creen nuevas alternativas de carne más extrañas, estas innovaciones continuarán cosechando apoyo, y el futuro de la carne será amable con nuestras papilas gustativas y con el planeta, lo cual es una gran noticia para nosotros y para los animales.
Fuente: Future