Por Mateo Munin y Gloria Cosentino desde São Paulo/ Fotos: Midia Ninja – Vía Marcha.org.ar
Entre el 8 y el 10 de diciembre se llevó adelante en São Paulo el encuentro por los 20 años del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), el movimiento territorial que más ha crecido en Brasil durante los últimos años y que, a partir de la organización de trabajadores y trabajadoras urbanas de los barrios periféricos, se propone disputar la construcción del modelo de ciudad capitalista y expulsivo para la población más pobre del país.
Durante tres días, su militancia fue parte de un plenario que reunió alrededor de 400 delegados y delegadas de catorce Estados de Brasil, para debatir sobre la coyuntura nacional e internacional, con miras a proyectar y planificar el recorrido por delante.
Por otro lado y respecto de la articulación continental, se reunieron un conjunto de movimientos urbanos de América Latina dando como resultado la conformación del “Frente de Resistencia Urbana. Territorios para la vida digna y el buen vivir”, que busca articular y motorizar propuestas para las mayorías del continente, que rompan con el modelo de ciudades mercantilizadas y la expulsión de las mayorías pobres a las periferias, así como también, reivindicar integralmente el acceso a la totalidad de los derechos como la salud, la educación, el trabajo y la cultura.
En el encuentro también se realizaron una serie de actividades públicas donde diferentes organizaciones sociales, sindicales y partidos políticos, confraternizaron y debatieron acerca de la necesidad de construir una alternativa política/social ante el actual avance del gobierno de Temer en el país.
Desde el golpe de Estado y la destitución de Dilma Rousseff en agosto de 2016, que colocó a Michel Temer al mando de la más aguda recesión de los últimos años y un paquete de reformas neoliberales (tal es el caso de la reforma laboral, hermana mayor de la mentada para la Argentina), Brasil atraviesa un escenario que supone un desempleo de 13 millones de trabajadores y trabajadoras, y recortes violentos al presupuesto de educación, salud y vivienda, entre otras medidas.
Ante la ilegitimidad del gobierno de Temer, el MTST junto a otros movimientos y organizaciones plantean la necesidad de construir “alianzas con otras organizaciones que defiendan los mismos objetivos que los nuestros, sean partidos políticos, iglesias, grupos culturales, etc., por eso construimos el Pueblo Sin Miedo, frente que reúne a varias organizaciones aliadas a partir de objetivos comunes, principalmente un programa de Reformas Populares para Brasil.”
En los últimos meses el movimiento sin techo junto a 600 familias de São Bernardo do Campo ocuparon un terreno que en pocos meses creció exponencialmente; hoy la ocupación Pueblo Sin Miedo supone la más grande de la historia y cuenta con un total de casi 12 mil familias que han atravesado situaciones de fuerte repudio y represión por la derecha brasilera que contrasta con un nivel de organización, solidaridad, respeto, trabajo y compañerismo internos, también sin precedentes.
En una noche húmeda y calurosa después de un fuerte aguacero, el Tercer Encuentro Nacional del MTST y la celebración de sus veinte años finalizó con una jornada político cultural que reunió en la Plaza de Largo da Batata de São Paulo a más de 50 mil personas. En la misma, hicieron eco los principios políticos de la organización en las palabras del vocero nacional Guilherme Boulos, uno de los principales líderes de la izquierda latinoamericana.
El festival, que contó con la presencia de artistas de la talla de Caetano Veloso, Criolo, Pericles y Maria Gadu, celebró los 20 años de construcción de la organización con el canto unánime y repetitivo: «Aquí está, un pueblo sin miedo, sin miedo de luchar».