Este miércoles Salma Hayek se convirtió en la última mujer en denunciar públicamente los episodios de acoso sexual llevados a cabo por el productor de Hollywood, Harvey Weinstein.
En un artículo publicado en el diario The New York Times, la actriz mexicana contó lo que tuvo que vivir junto a Weinstein: «Sus tácticas de persuasión iban desde hablar dulcemente y prometer cosas, hasta aquella vez que, en un ataque de ira, dijo las palabras más temibles: ‘Te voy a matar, no creas que no soy capaz'», cuenta la artista.
Hayek confesó todas las terribles situaciones que tuvo que vivir mientras trabajó con Weinstein hace una década mientras rodaban la película «Frida».
La actriz relata que se demoró en compartir su testimonio, pues quería evitar entrar en detalles con sus seres queridos, sin embargo, cambió de opinión «cuando tantas mujeres dieron un paso al frente para describir lo que les hizo Harvey».
«Tuve que enfrentarme a mi cobardía y aceptar humildemente que mi historia, aunque importante para mí, es sólo una gota en un océano de confusión y dolor», cuenta Hayek, quien es la primera latina en Hollywood que plantea los problemas que tuvo con Weinstein.
La actriz mexicana cuenta que a principios de la década del 2000, su nombre no tenía peso en el mundo del cine y su sueño era ser parte de Hollywood, por lo que se acercó al productor a quien consideraba «el mago de la nueva ola del cine».
De esta forma, la artista le planteó la idea al director de rodar una película sobre la pintora mexicana, Frida Kahlo, llevándose una gran alegría cuando Weinstein accedió a la idea. La película se llamaría «Frida» y Hayek por fin vería su nombre en Hollywood, después de haber participado sólo en telenovelas mexicanas.
«Lo único que sabía de Harvey en ese momento era que tenía un gran intelecto, que era un amigo leal y que era un hombre de familia», relata la actriz.
Luego continuó indicando que «En mi ingenuidad, pensé que se había cumplido mi sueño. Había validado los últimos 14 años de mi vida y había apostado por mí, la ‘nadie’. Dijo que sí».
Sin embargo, tras comenzar a materializar su sueño, las cosas se fueron derrumbando, pues en los trabajos de preproducción de la cinta, la actriz comenzó a vivir lo que describe como «la ira maquiavélica de Harvey».
En muchas líneas de su relato, Salma Hayek describe las incómodas situaciones que tuvo que vivir trabajando con Weinstein, a quien tuvo que decirle que «no» en varias oportunidades.
La actriz cuenta que tuvo que rechazar abrirle la puerta de su habitación de hotel por las noches, rechazar ducharse con él, rechazar que le hiciera un masaje, y situaciones más graves como «no dejarlo que me hiciera sexo oral».
Las veces que ella rechazó al productor terminaron despertando la «ira maquiavélica» de Weinstein en su contra, llegando incluso a las amenazas de muerte, por lo que la preproducción de «Frida» se convirtió en un verdadero calvario.
«Para él yo no era una artista; ni siquiera era una persona. Era una cosa: una nadie, solo un cuerpo«, dice la actriz en su texto.
Varias disputas hicieron que el proyecto de «Frida» estuviera en riesgo, sin embargo, la actriz consiguió que finalmente se iniciara el rodaje. En ese momento, según cuenta, «terminó el acoso sexual, pero la ira aumentó».
Es así como Weinstein comenzó a hacer uso de la violencia verbal y psicológica, pues le decía a Hayek que lo único que valía en ella era su «atractivo sexual» y que al encarnar a Frida Kahlo no podía usar ese ‘atractivo’.
«Me destruyó el alma, porque debo confesar que en ese momento, abrumada por una especie de síndrome de Estocolmo, quería que me viera como una artista: no sólo una actriz capaz, sino alguien que podía identificar una historia que valía la pena contar y que tenía la visión para contarla de una manera original», cuenta Hayek.
Según relata la actriz, una de las condiciones que puso el productor para que la película saliera a la luz, fue que Hayek protagonizara una escena erótica con otra mujer.
«Mi mente entendía que tenía que hacerlo, pero mi cuerpo no dejaba de llorar y convulsionarse. En ese momento empecé a vomitar y todos en el set estaban a la espera de empezar a rodar», indica.
De ese momento, la actriz recuerda que sus compañeros se sorprendieron por su reacción. «No era porque iba a estar desnuda con otra mujer. Era porque iba a estar desnuda con otra mujer por Harvey Weinstein. Pero no podía decirles eso», aclara.
Tras varias supuestas amenazas de Weinstein para que la película no estuviera en la cartelera, finalmente «Frida» se estrenó en el año 2002, convirtiéndose en un éxito de taquilla con 6 nominaciones a los premios Óscar.
La actriz cuenta que la personalidad del productor era muy cambiante. «Tengo que admitir que a veces era amable, gracioso e ingenioso, y eso era parte del problema: nunca sabías a qué Harvey te ibas a enfrentar», señala.
Esta situación hizo comprender a la actriz que la posición de poder que tienen algunos hombres hacen que se sientan con el derecho de hostigar a las mujeres. «Los hombres acosan sexualmente porque pueden. Y las mujeres estamos hablando porque, en esta nueva era, por fin podemos hacerlo», dice.
Finalmente, Salma Hayek confiesa que nunca le hizo saber a Weinstein cuánto la afectaban estas incómodas situaciones, por lo que hizo que se plantease: «¿Por qué tantas de nosotras, las artistas, tenemos que ir a la guerra para poder contar nuestras historias si tenemos tanto que ofrecer?».
La actriz llegó a la conclusión de que mientras exista un mundo en el que los hombres decidan en la industria del cine, seguirá haciendo una «tierra fértil para los depredadores».
Ante las acusaciones de Hayek, el equipo de Harvey Weinstein emitió un comunicado señalando que estas acusaciones no son reales y que el productor tiene una muy buena opinión de la actriz y que, de hecho, apoyó su carrera.
«Si bien Jennifer Lopez también estaba interesada en el papel de Frida y en aquel momento era una estrella más popular, Weinstein pasó por encima de otros inversores para respaldar a Salma como protagonista», señala el comunicado.
Luego agrega: «Las alegaciones sexuales que realiza Salma no son exactas y otras personas que fueron testigos de los hechos tienen un relato diferente de lo que aconteció».
Además, en reiteradas ocasiones ha asegurado que las relaciones sexuales con mujeres siempre fueron con el consentimiento de ellas.
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