Este extraño caso ocurrió hace décadas, pero aún se recuerda como quizás el caso más insólito que se haya dado en un juicio, al menos durante el siglo XX.
Fue en marzo de 1994. Harry y Nicola Fuller era una pareja de recién casados que vivían en una casa de campo en Wadhurst, East Sussex. Una noche como cualquier otra, una persona entró a la vivienda de esta pareja y los asesinó a balazos con un revólver. Harry, de 45 años, murió por el impacto de una bala en la espalda y Nicola, de 27, murió a causa del impacto de 4 balas, la última de ellas incrustada en su cabeza, mientras intentaba llamar a la policía.
Todo indicaba que el culpable del crimen era el corredor de seguros Stephen Young, de 35 años. El hombre fue detenido cerca del lugar del crimen. Al comienzo negó todo, pero al poco tiempo admitió haber estado en el lugar, haber visto a la pareja baleada, y haber huido aterrado del lugar. Sin embargo pronto encontraron el arma homicida. El juicio estaba listo para realizarse, pero nadie se iba a imaginar que este caso que estaba casi resuelto, se volvería un caso único en la historia.
En marzo de 1994 fue condenado a cadena perpetua por asesinato. Sin embargo, unos meses después tuvieron que repetir nuevamente el Juicio: 4 miembros del jurado original había consultado una tabla Ouija para contactar con la víctima antes de dar su veredicto.
Esta impresionante información digna de la serie de David Lynch, Twin Peaks, llegó a oídos del abogado de Young, David Penry, quién se quejó formalmente a la corte, argumentando la evidente irregularidad que con que se llevó a cabo el juicio, con el inusual e insólito comportamiento del jurado. Si desde un comienzo hubiera salido a la luz el comportamiento de los miembros del jurado que incurrieron en las artes del espiritismo para determinar la culpabilidad del acusado, el juez no habría tenido otra opción más que absolver al jurado.
En su momento se intentó defender a los miembros del jurado, argumentando que su conducta fue un asunto interno entre ellos y que el tribunal no debería intervenir, pues su incursión en el espiritismo no significaba que no hubieran juzgado el caso de acuerdo con la evidencia. Pese a esa defensa, se determinó que el veredicto del jurado había sido contaminado por este hecho y se tuvo que repetir el juicio.
22 meses después del asesinato, Stephen Young finalmente recibió dos cadenas perpetuas en su segundo juicio por la muerte de los Fuller.
¿Qué te parece esta insólita historia sin precedentes?
Fuente: Gizmodo