Tal como sucedió el lunes a la noche, mientras la Cámara de Diputados aún debatía la reforma previsional, durante la madrugada de este miércoles 20 de diciembre otra vez se hicieron oír el ruido de las cacerolas en las principales esquinas de Buenos Aires.
Fue la respuesta al pedido del presidente trasandino Macri de que “no duden” que su intención es mejorar las jubilaciones y de que “dejen una ranura para creer” que esa ley que el Gobierno impuso con el apoyo de gobernadores peronistas es “buena”.
“Ole, ole, ola, ola, si este no es el pueblo, ¿el pueblo dónde está?”, cantaban los vecinos reunidos anoche en las puertas del Congreso argentino. “Parece un chiste. Macri pide que aceptemos las reformas, cuando él no abre la cabeza ante este reclamo del pueblo. ¿Cómo los vamos a aceptar? Jubilados afectados, niños afectados, familias enteras que se quedan sin comida. Es una estafa”, decía un joven entre el ruido de las cacerolas, señala Página 12.
Tal como informamos en El Ciudadano, tras la sanción de la reforma previsional, Macri brindó ayer al mediodía una conferencia de prensa. No hizo ninguna autocrítica por los cacerolazos. Sólo dijo respetar “que haya gente que piense que estas reformas no son buenas”, pero hizo una fuerte defensa del ajuste.
En ese sentido, llamó a aquellos que la rechazan y lo expresaron cacerola en mano en las calles que le tengan fe. “Es importante que no se cierren totalmente sin siquiera darle una oportunidad”, insistió y aseguró que la ley “buena”.
Quienes fueron al Congreso el lunes a la noche para repudiar el ajuste y la feroz represión de horas antes en ese mismo lugar se encontraron con una guardia de policías que a las tres de la mañana avanzó con motos para dispersar a los manifestantes.
Anoche casi no había policías de guardia en el Congreso, donde a la hora en que los manifestantes empezaron a llegar los diputados trataban la reforma tributaria. Apenas había algunos agentes de seguridad y un par de patrulleros. En el piso estaban apiladas las vallas metálicas usadas para cercar el lugar el día anterior. Muchos las usaron para hacer ruido o para sentarse a descansar.