Un camillero de ambulancia italiano ha sido arrestado bajo sospecha de inyectar aire en las venas de los pacientes y «vender» sus cuerpos a una funeraria por 300 euros, en una operación con presuntos vínculos con la mafia siciliana.
Se alega que Davide Garofalo, de 42 años, originario de Sicilia, mató al menos a tres personas con el método de inyección, pero se presumen que el número de víctimas podría ascender a 50.
En la investigación -que se ha denominado como «ambulancia de la muerte»-, Garofalo es acusado de inyectar aire en secreto a los pacientes transportados, quienes morían a causa de una embolia, es decir la obstrucción de una arteria por una burbuja de aire o coágulo de sangre.
La policía analiza alrededor de 50 muertes sospechosas que tuvieron lugar en la ciudad de Biancavilla, cerca de Catania, en el este de Sicilia, en un período de cuatro años que finalizó el año pasado.
Están trabajando en la teoría de que el camillero puede haber estado trabajando en cooperación con un clan local de Cosa Nostra, la mafia siciliana. Creen que el Garofalo, padre de tres hijos, envió a los pacientes muertos a empresas funerarias vinculadas con el crimen organizado, donde le pagaban 300 euros por cadáver. Sus presuntas tres víctimas eran un hombre de 55 años, un anciano y una anciana. Según los informes, todos estaban enfermos terminales y la ambulancia los llevaba del hospital a sus casas para que pudieran morir en paz con sus seres queridos. Otros tres supuestos cómplices están siendo investigados por la policía.
Sicilia sigue siendo una de las regiones más pobres de Italia, en parte como resultado del dominio absoluto de la mafia. El caso se comenzó a indagar a principios de este año en una investigación televisiva, en la que un presunto cómplice convertido en informante, un vecino de 28 años de edad, dijoque «la gente no moría por la mano de Dios».
Antes de encontrar un trabajo como tripulante de ambulancia, el sospechoso había trabajado en las laderas del Monte Etna, el enorme volcán que domina Catania, recogiendo naranjas.
Su vida dio un giro «interesante» por decirlo de alguna manera, de las naranjas a los cadáveres.
Fuente: telegraph