El deseo del «cuerpo ideal» es compartido por muchos, sin embargo, los mecanismos que algunos usan para lograrlo pueden ser muy perjudiciales para la salud.
Uno de estos métodos es una dieta que se ha masificado durante el último tiempo en internet y se llama «CICO» (Calorías In, Calorías Out). Este regimen plantea que hay que tener un control de las calorías que entran a través de la comida y las que salen, a través de la actividad física.
Esto puede sonar ideal y te preguntarás cuál es la razón para que haga daño si eso es lo que la mayoría de las dietas hacen eso. Sin embargo, tiene una falla que puede producir problemas a nuestra salud a largo plazo.
El problema de esta dieta es que no diferencia entre alimentos o ingredientes saludables, y sólo se mide por el contenido calórico.
Algunos alimentos procesados -la mayoría en realidad- que dicen ser bajos en calorías tienen un alto contenido de azúcar, grasas de baja calidad, sal y aditivos, elementos que son dañinos para la salud.
Lamentablemente, esta dieta a corto plazo sí muestra resultados, no obstante, a largo plazo el daño a la salud es inminente, pues incrementa el riesgo de subir el nivel de colesterol, triglicéridos y tensión arterial. Todo esto nos hace vulnerables a enfermedades cardiovasculares y otras más.
Las dietas que son muy bajas en calorías ponen en riesgo la salud, incluso las que incluyen alimentos saludables.
La clave está en entender que la obesidad o los kilos extra no se combaten con reducir las calorías, sino que cambiando estilos de vida, como dejar el sedentarismo, dormir las horas correctas y alimentarse de forma saludable.
Fuente: labioguia