Abogado peruano por indulto a Fujimori: «Se ha afectado la moral y dignidad del Perú»

Durante la tarde de Navidad un grupo de ciudadanos peruanos realizó una manifestación en la Plaza de Armas capitalina contra la decisión del presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) de otorgar el indulto y la gracia presidencial a Alberto Fujimori (79). El ex mandatario cumplía una pena de 25 años tras ser declarado culpable como autor mediato del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas por el grupo militar encubierto Colina, además del secuestro de un empresario y un periodista en 1992.

“Los que convocamos a la movilización somos peruanos residentes en Chile, inmigrantes y refugiados, que consideramos que se ha afectado la moral y dignidad del Perú, que se ha puesto en tela de juicio todo lo que significan los valores por los cuales hemos luchado durante muchos años. Es una situación que nos genera indignación y creo que moviliza a todas las personas de recta conciencia en torno a la defensa del pueblo, de sus intereses y de su moral afectada”, afirma el abogado Rodolfo Noriega, presidente del Comité de Refugiados Peruanos en Chile, en conversación con El Ciudadano.

Los manifestantes adscriben a la lectura que sitúa al indulto como la moneda de cambio que permitió a Kuczynski mantenerse como presidente de Perú y, por consiguiente, salvar del proceso de destitución que fue votado en el Congreso, en razón de los vínculos del mandatario con la empresa brasileña Odebrecht.

Rodolfo Noriega

“Es una resolución presidencial a la medida de las circunstancias, pago de la situación de impunidad, que si se convierte en criterio, estaremos estableciendo una política de impunidad con todo acto que atente contra el pueblo peruano”, sostiene el dirigente.

En este sentido, Noriega pone el foco no solo en el indulto, sino que también en la “gracia presidencial”.  Es decir -explica- “se estableció que a Fujimori no se le podía denunciar ni imputar por ningún otro hecho y hay casos pendientes, que incluso tienen que ver con Chile, como el caso Pativilca, donde se ha pedido ampliar la medida de extradición”.

“En concreto, significaría que toda persona de 80 años estaría exenta de toda responsabilidad penal y podría cometer cualquier crimen que le venga en gana. Porque tiene 80 años, tiene problemas con la presión arterial, porque la arritmia es una situación que simple y llanamente ocurrió por su edad, como cualquier otro mal. Hay gente en Perú que tiene otros problemas de salud muchísimo más graves, que tienen más de 80 años y siguen presos”, agrega.

¿Razones humanitarias?

Rodolfo Noriega descarta que existan “razones humanitarias” para indultar a Fujimori, dudas razonables si se considera la carencia de un diagnóstico claro sobre las enfermedades degenerativas, irreversibles e incurables que padecería el ex presidente peruano.

En agosto de este año, Kuczynski dijo al medio peruano RPP que el Gobierno había recibido informes del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) “que han dado información que muestra que (Fujimori) tiene la presión muy variable y cuando baja, tiene taquicardia y eso puede ser peligroso porque podría llevar a un embolismo”.

Alejandro Aguinaga

El sábado 23 de diciembre Alberto Fujimori fue trasladado desde la cárcel a la clínica Centenario. “Me había llamado temprano y luego tuvo una caída de presión brusca”, afirmó en ese momento Alejandro Aguinaga, médico del ex jefe de Estado, a El Comercio.

Recientemente, el doctor Aguinaga señaló a los medios del vecino país que Fujimori padece un “problema cardíaco, que es el más severo que tiene el presidente”, pero que “se pudo controlar a pesar de que las respuestas no eran positivas. Luego ha habido una recaída en los siguientes meses, porque hay un problema de insuficiencia de la válvula mitral”.

El facultativo también recordó que “en el año ’97, el presidente fue intervenido de un cáncer de la lengua. Estando en el encierro, el cáncer reaparece al undécimo año”.

“Hay estudios, por más que lo nieguen, que dicen que los estados de reclusión generan disminución del sistema inmunológico y podrían reaparecer, que es lo que ha tenido”, añadió Aguinaga.

Este conjunto de explicaciones serían insuficientes para situar el indulto de Fujimori bajo el rótulo humanitario aducido por PPK, según piensa el abogado Noriega. “La lectura que hace Kuczynski es que hay razones humanitarias de por medio, pero la pregunta es cuáles son esas razones humanitarias. En realidad nadie, ni siquiera Kuczynski, ha podido explicar claramente esto». El presidente del Comité de Refugiados Peruanos en Chile profundiza en que «los informes médicos dan cuenta de una persona de edad con males que son propios de toda persona de 80 años. Si eso fuera una razón humanitaria para indultar, eso significaría que ninguna persona que tenga más de 80 años debiera estar preso”.

Los 5 presidentes

El indulto al ex presidente de Perú se enmarca en el contexto del pedido de vacancia contra PPK, por sus vínculos con Odebrecht. Ambos coinciden con otros mandatarios peruanos de este siglo, quienes también tienen asuntos pendientes con la Justicia.

Alejandro Toledo (2001 – 2006) se encuentra en Estados Unidos, prófugo de la Justicia peruana, y con dos órdenes de prisión preventiva en su espalda, cada una de 18 meses, acusado de recibir sobornos por los casos Odebrecht y Ecoteva.

Tras él, asumió la presidencia por segunda vez Alan García (1985 – 1990; 2006 – 2011), cuyo nombre aparece en las declaraciones que el empresario Marcelo Odrebrecht entregó a los fiscales peruanos.

Su sucesor, Ollanta Humala, está desde julio con prisión preventiva en el penal de Barbadillo (2011 – 2016). La Justicia lo investiga por haber recibido, supuestamente, aportes del Gobierno de Venezuela y de Odebrecht para el financiamiento de sus campañas de 2006 y 2011.

Fujimori, Toledo, García, Humala y Kuczynski

A partir de este panorama, el abogado Noriega describe que lo acontecido con los presidentes peruanos “es un pacto, un negociado gigantesco que fue parte de la transición peruana. Esto devela ese pacto de impunidad en el cual se han sucedido”.

“Paniagua [NdR: Presidente constitucional tras la renuncia de Fujimori vía fax en el año 2000]  quiso restituir las instituciones, pero fue una transición muy tibia y endeble. Toledo dio vuelta la cara frente a los crímenes de Alan García. Humala persiguió de boca a Alan García, a Toledo y a todos los demás. Ahora Kuczynski le da el indulto a Fujimori y simplemente sella un circuito de impunidad. El poder en Perú lo ejercen estos grupos, que caen en corrupción, que cometen crímenes de lesa humanidad, que se alternan en el poder”, expone el representante de los refugiados peruanos en Chile.

Para el dirigente, la coyuntura peruana da cuenta de “dos caminos que están enfrentados. Uno es el democrático, que es el del pueblo. Por otro lado, está el camino burocrático, reaccionario, de impunidad, de crimen, que es el de los gobiernos y de las clases dominantes”.

Incluso, el abogado pone como ejemplo las declaraciones del ex candidato presidencial de ultraderecha chileno, José Antonio Kast –quien valoró positivamente el indulto a Fujimori– para advertir sobre lo que está en juego para América Latina tras la controvertida decisión de PPK.

Indulto a Fujimori en Perú es un ejemplo de como avanzar en justicia y no venganza. Un anciano de 80 años no merece morir en la cárcel, independiente de los delitos horribles que haya cometido https://t.co/wfb9GFu9VW

— José Antonio Kast Rist 👍🇨🇱 (@joseantoniokast) December 25, 2017

“Ellos quieren sellar estas ‘transiciones democráticas’ con injusticia e impunidad. Eso lo querrán copiar en el resto del continente y nosotros no podemos consentirlo. Acá no es cuestión de venganza, es cuestión de justicia y hay que ser conscientes de que la única posibilidad de que esto se revierta es si somos capaces de movilizarnos la parte del pueblo que reclama y reivindica la justicia”, subraya Noriega.