Un caso insólito que le ha traído varios problemas a la madre ya que nadie le cree que es su hija
La historia fue publicada en el diario británico DailyMail, tiene casi nula probabilidad de 1 en un millón de que un hijo de una pareja de distintas razas tome solo los rasgos del padre blanco.
Y es que cuando Sophia Blake y Christopher Perkins supieron que esperaban a Tiara, soñaron con que la niña iría a sacar lo mejor de los dos y que su piel sería una mezcla perfecta de sus colores. Sin embargo, cuando la niña finalmente nació, la sorpresa fue tan grande que la mujer le preguntó a la partera si le habían dado el bebé correcto. Resulta que Tiara era blanquísima, rubia y tenía ojos claros.
Ella no tiene ninguna de las facciones o características de raza negra de su madre. Esto es algo extremadamente raro y difícil de lograr en genética.
Los niños de raza mezclada tienden a ser negros o morenos pues la raza negra suele ser la más dominante.
Nadie cree que es su hija
En este caso los doctores le han dicho a Sophia que su familia debe haber tenido un gen blanco que había permanecido dormido durante todo este tiempo.
«Cuando era muy pequeña, no me importaba tanto. Pero a medida que Tiara se ha hecho mayor, se ha convertido en un problema mayor. Hasta que tuve a Tiara no aprecié lo mucho que todos nos identificamos con ser blanco o negro, y el problema ahora es que Tiara tiene una familia negra pero se ve blanca.
Su hija también nota la diferencias e incluso ha llegado a preguntar a su madre por qué ambas no se parecen físicamente.
Su madre, quien se encuentra separada del padre de Tiana le explica que ella es de raza mezclada; sin embargo para la niña esto aún es difícil de procesar.