El informe reprodujo los nombres de los nueve periodistas asesinados este año y algunos detalles sobre sus profesiones, así como sobre las condiciones y las fechas de los asesinatos. Entre los periodistas asesinados se encuentran: Wichdán Asaad, corresponsal de Al Iraq al Mustaqil que resultó muerta el 2 de enero por la explosión de un coche bomba en la provincia de Diyala; Mohamed al Hamdani, corresponsal del canal Al Ittiyah asesinado el 2 de febrero en un ataque armado en la provincia de Al Anbar; Hilal al Ahmadi, director del Departamento de la Comunicación de la provincia de Nínive, asesinado el 17 de febrero en un ataque similar al este de Mosul; Faisal Omar, ex locutor en el canal al Mowselya, asesinado el 1 de marzo en un ataque armado contra su casa, situada al oeste de Mosul y Sabah al Bazi, corresponsal de Al Arabiya en la provincia de Saladín, que fue asesinado el 29 de marzo durante el asalto armado al edificio del Consejo de la Provincia.
El informe señaló también que entre los muertos están: Taha Yaafar al Alaui, director del canal televisivo Al Masar, asesinado el 8 de abril en un ataque armado al sur de Bagdad; Salem al Gurabi, cámara del canal televisivo Afaq en la provincia de Al Qadisiya, muerto el 21 de enero tras la explosión de dos coches bomba cerca de la casa del gobernador; Hadi al Mahdi, periodista y director de teatro que fue asesinado el 8 de septiembre en un ataque armado en el distrito de Karrada, en el centro de Bagdad, y finalmente, el periodista Hamza al Faisal, asesinado el 10 de septiembre por la explosión de una bomba en el norte de Baaquba, centro de la provincia de Diyala.
Según el mismo informe, este año conoció también 16 incidentes de agresiones flagrantes contra los periodistas, en especial la indecente agresión producida el 4 de marzo contra cuatro periodistas en la provincia de Basora (Haidar Al Mansuri, Nabil al Yurani, Mohamed al Rafid y Shihab Ahmad Mahmud) cuando éstos cubrían una manifestación popular en Basora. Los cuatro periodistas resultaron heridos de gravedad tras ser golpeados con palos y culatas de fusiles por las fuerzas de seguridad pública, teniendo que ser y fueron trasladados al hospital y sometidos a operaciones quirúrgicas. Asimismo, varias instituciones mediáticas y casas de periodistas sufrieron diferentes ataques organizados por los aparatos gubernamentales.
El Sindicato de Periodistas concluyó su informe afirmando que durante los últimos nueve años los gobiernos de turno no han entendido la naturaleza del trabajo de los periodistas, los compromisos que esta profesión requiere y la obligación de proporcionar al periodista la libertad de trabajo y el acceso a la información sin restricciones, y subrayó que este gran desajuste, que no terminan de entender todas las cadenas de los aparatos gubernamentales, se ha convertido en una barrera que impide al periodista ejercer su profesión, lo que se contradice con todas las leyes y resoluciones relativas a esta profesión que goza de un gran interés en la mayoría de los países independientes.
Traducido del árabe para IraqSolidaridad por Al Fanar