La sinestesia es una condición única en la que la estimulación de una vía sensorial o cognitiva, como la visión o el olfato, conduce a una experiencia involuntaria en otra vía. Por ejemplo, leer una palabra podría activar el camino que conduce al gusto, dando a algunas personas la capacidad de saborear las palabras.
La sinestesia ha desconcertado a los científicos durante algún tiempo, pero se ha logrado llegar a algunas conclusiones. Esta habilidad parece tener un elemento hereditario y se cree que entre las mujeres y los zurdos aumentan las probabilidades de tenerla. Las estimaciones sugieren que entre una de cada 200 y una de cada 20.000 personas experimenta sinestesia. También se cree que esta se debe a algún tipo de «cableado cruzado» en el cerebro, que ocurre en algún momento del desarrollo.
Los científicos de la Universidad de Skövde en Suecia y la Universidad de Turku en Finlandia, se preguntaron qué pasaría si las personas que no pueden hacer sinestesia, lograran experimentarla. Para conseguirlo usaron el poder de la hipnosis y sus hallazgos se publicaron en la revista Scientific Reports. El estudio que se basa solo en ocho sujetos, de los cuales la mitad actuó como grupo de control.
Solo alrededor del 10% de las personas son altamente susceptibles a la hipnosis, por lo que los investigadores tuvieron que seleccionar cuidadosamente a sus 8 participantes entre 61 voluntarios a través de una prueba de susceptibilidad hipnótica. Luego estas personas fueron sometidas a la tarea Stroop, que implica nombrar los colores de las formas en una cuadrícula. A partir de esto, se descubrió que cuatro de los voluntarios eran hipnóticamente sugestionables, mientras que los otros cuatro actuaban como control.
Luego, los participantes fueron hipnotizados para ver todas las formas en un solo color, incluso si difería de su color real. Los investigadores registraron sus respuestas y rastrearon sus movimientos oculares con un software especial.
Los resultados mostraron que de las cuatro personas susceptibles a la hipnosis, tres parecían haber ganado una fuerte asociación entre el símbolo y el color, sugiriendo que habían desarrollado una sensación similar a la sinestesia.
«Sin embargo, la naturaleza de esta asociación varió ampliamente», señaló Sakari Kallio, de la Universidad de Turku. «Dos participantes informaron que visualmente experimentaron que los símbolos tenían el color sugerido: en un caso con plena conciencia de hacerlo y en otro caso no».
La tercera persona no estaba al tanto de las sugerencias y no experimentó ningún cambio de color, pero aún tuvo dificultades para nombrar los colores reales de los símbolos. Mientras tanto, las personas del grupo de control no reprodujeron la experiencia sinestésica.
Por interesantes que sean estos resultados, el equipo destaca que se necesitan más estudios para determinar si la sinestesia realmente puede ser provocada por la hipnosis. Después de todo, un tamaño de muestra de cuatro es demasiado pequeño para hacer conclusiones. Además es difícil vincular las experiencias de la sugestión hipnótica con la sinestesia a secas.
Sin embargo, los hallazgos de este estudio, en combinación con otros, pueden ayudar a comprender mejor la percepción y la sensación. «Quizás lo más importante es que los resultados mostraron similitudes definidas y diferencias claras con respecto a la sinestesia natural», dijo Kallio.
El Ciudadano, vía IFLScience