Monstruo argentino es condenado por tener 8 hijos con su hija después de violarla desde los 11 años

Un monstruo que engendró ocho hijos con su propia hija después de violarla repetidamente durante un reinado de terror de 22 años ha sido sentenciado a 12 años y ocho meses

Monstruo argentino es condenado por tener 8 hijos con su hija después de violarla desde los 11 años

Autor: Leo Robles

Un monstruo que engendró ocho hijos con su propia hija después de violarla repetidamente durante un reinado de terror de 22 años ha sido sentenciado a 12 años y ocho meses.
El argentino Domingo Bulacio, de 57 años, no mostró signos de emoción este miércoles cuando le leyeron su condena por múltiples delitos sexuales luego de un juicio en un tribunal en la ciudad norteña de Santiago del Estero.
Los familiares del violador en serie se encontraban entre los 50 testigos que presentaron pruebas en la audiencia.

Bulacio, conocido por el sobrenombre de Vernacho, había estado bajo custodia desde su arresto en enero del año pasado después de 45 días huyendo.
Huyó de su casa en Villa Balnearia, a una hora de Santiago del Estero, después de que su víctima, llamada localmente Antonia, acudió a las autoridades en busca de ayuda y alegó que su padre la había convertido en su esclava sexual cuando tenía 11 años después de dejar a su esposa.
Las pruebas de ADN confirmaron que los jóvenes eran suyos. Seis de los ocho hijos nacidos de crímenes sexuales pasaron tiempo viviendo en un internado de caridad, pero ahora se dice que regresaron con su madre a la casa de la familia.

Bulacio fue apodado ‘El Monstruo de Villa Balnearia’ después de que fue enviado a la cárcel. El caso es inquietantemente similar al abuso que Elizabeth Fritzl sufrió a manos de su padre Josef. Estuvo cautiva durante 24 años en el sótano de su gran casa familiar en la ciudad de Amstetten, Austria.
El abuso de Fritzl, que ahora cumple cadena perpetua, resultó en el nacimiento de siete hijos y un aborto espontáneo.
Antonia dijo en un periódico local después del arresto de su padre, que había sido abusada desde temprana edad por otro pariente además y que había recibido amenazas de muerte desde que se hizo pública su terrible experiencia.
Ella dijo: «Desde el momento en que mi madre se fue de casa, me convertí en la esposa de mi padre. Me golpeaba y solía perseguirme por la casa con un trozo de madera cuando me veía hablando con un vecino o simplemente quería abusar de mí. Me amenazaba constantemente y siempre temí por mi vida. Él me dijo que me mataría si yo decía algo».

«Quiero que se pudra en la cárcel. Quiero que se haga justicia» agregó la víctima.


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