Basados en la ley 19.300 del medio ambiente y su reglamento del sistema de evaluación de impacto ambiental, agrupaciones ambientalistas solicitaron a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), el 9 de agosto de 2017, que evalúe la caducidad de la vigencia de la resolución de calificación ambiental (RCA N°091/2012) del proyecto de Parque Tecnológico de la U. de Concepción (Pacyt), también conocido como el «Silicon Valley del Bío Bío».
Sin embargo, a la fecha, la Superintendencia de medio ambiente no ha respondido a este requerimiento formal -presentado por CODEFF-, por lo que se solicitó a la Contraloría Regional de la República su intervención en el proceso como garantes, presentando una reclamación formal.
Desde la agrupación señalaron que la acción se debe a que han transcurrido más de 5 años sin que se hayan iniciado las obras del proyecto de Loteo Fundo La Cantera y El Guindo. Lo que se busca es, entonces, que la Universidad de Concepción se vea forzada a re-ingresar su proyecto al “Sistema de Evaluación Ambiental”, pero esta vez generando un espacio para que los penquistas puedan informarse y manifestar sus observaciones a este proyecto de urbanización y loteos.
«Nos interesa que la comunidad y los vecinos del gran Concepción puedan ser escuchados», señalaron desde la CODEFF.
Las dudas frente a este proyecto surgen cuando se informa públicamente que tiene un financiamiento del Estado de M$ 14.756.939.- de pesos (FNDR 2017, Ficha IDI N° 30093490-0) y que contempla la urbanización de sólo 91,3 hectáreas del Parque de Ciencia y Tecnología (Etapa I), lo cual no es coherente con la RCA que aprueba la urbanización del Loteo Fundo La Cantera y El Guindo, de 255 hectáreas (I, II y III etapas), por un monto total de la inversión de M$ 14.813.273,5.- de pesos. ¿Qué se estaría financiando realmente con este importante fondo público?, se preguntan las organizaciones.
Al respecto, el director nacional de CODEFF, Luciano Pérez, manifiesta que “nos preocupa que los cerros vecinos a la Reserva Nonguén se fragmenten y se urbanicen con una excusa; pero que al paso de los años estos proyectos no se concreten y sólo terminen con fines inmobiliarios”.
Pérez explica que no existen garantías de que se instalen las 40 empresas dedicadas a la ciencia, la investigación o innovación que financiarían a este ambicioso proyecto. Asimismo, añade, los directivos de la Universidad proyectan que para 2019 estarían listas las obras urbanización y desde ese minuto deberían instalarse estas empresas.
Duda razonable
La afirmación en la RCA evalúa las tres etapas y plantea que: «… las Etapas II y III son a más largo plazo y no se dispone aún de los destinos con que puedan ser ocupadas…», lo cual deja abierta la hipótesis de otros usos posibles.
«Por ejemplo, que una vez que estos terrenos hayan sido urbanizados con nuestros fondos públicos, no se concrete la construcción del soñado Parque de Ciencia y Tecnología a corto plazo en la Etapa I, y se termine con lujosos proyectos inmobiliarios en las Etapas II y III. A la vista tenemos otros casos similares de financiamiento público, pero en beneficio del sector privado, como la famosa Plataforma Logística», agregan desde la CODEFF.
Sobre la zona de influencia de la Reserva Nonguén, desde la organización pidieron mayor participación ciudadana y proyectos sustentables compatibles con la conservación, aspectos que son compartidos -como expectativas- por los vecinos aledaños a la Universidad.
El presidente del Consejo Consultivo de la Reserva Nonguén, Mauricio Soto, indicó sobre el caso que «otro desarrollo es posible, existe todo un potencial turístico en las tres comunas que rodean a la Reserva Nonguén. No se puede negar que cualquier mega-proyecto que se pretenda en la zona de influencia a la Reserva podría afectar a esta área protegida, la que además está próxima a convertirse en Parque Nacional».
Por su parte, los vecinos y dirigentes de los barrios “Agüita de la Perdiz”, “Barrio Universitario” y “Valle Nonguén” también esperan ser tomados en cuenta por la Universidad. Todos, con un gran sentido de identidad con los cerros penquistas y en especial con aquellos espacios que se vinculan a la apreciada “Reserva Nonguén”.
Fuente: CODEFF