A menos de una semana del incendio en el fundo perteneciente a la Forestal Mininco que provocó la muerte de 7 brigadistas, el clima de represión y militarización en la zona ha ido agudizándose. Con el trancurso de la investigación -luego de que el propio presidente Piñera apuntara a la intencionalidad “terrorista” del incendio- el pueblo mapuche enfrenta nuevamente episodios de abuso policial y persecusión.
No es la primera vez que material audiovisual es difundido por las redes sociales para dar cuenta de la violencia vivida por los mapuche. En esta ocasión, las crudas imágenes de personal de Fuerzas Especiales golpeando y apuntando a una mujer con su arma, mientras ella defiende a sus hijos, volvieron a impactar e indignar.
Guillermina Painelibu se encontraba en el patio de su casa, ubicada en la comunidad José Jineo. Según declaraciones de Painelibu a Radio ADN, pidió a carabineros que no la agredieran frente a sus hijos, a lo que hicieron caso omiso. “Le digo que por favor no me pegue delante de mis hijos (…) No quiero que mis hijos vuelvan a ver que me pegan a mí. Porque se supone que ellos eran los que me defendían cuando mi ex conviviente me pegaba. Entonces, estamos en reparación psicológica hace cinco años y esto es un retroceso para ellos. No pueden sanar mentalmente”, relató.
La violencia de los carabineros se desató luego de una serie de incidentes ocurridos en la Ruta 5 Sur, donde comuneros mapuche manifestaban su rechazo al Aeropuerto Regional que pretende ser instalado en territorio indígena.
“La represión a las comuidades del sector que no participaban de las manifestaciones fue demasiado lejos, ya que efectivos del GOPE y carabineros, ingresó sin órdenes judiciales a cuantas casas quiso, rodeando la comunidad con dos helicópteros que intentaron innumerables veces aterrizar en nuestros patios, apestando con más de 200 agentes policiales nuestras casas y alrededores e incluso se llevaron detenida a dos mujeres que cuidaban su casa de las lacrimógenas y disparos de carabineros a sus animales”, expresa una declaración pública de la comunidad Makewe- Rofue, respecto a lo sucedido con Painelibu y su hija mayor, Jéssica Guzmán.
Además, en el comunicado se detalla que ambas mujeres fueron agredidas, recibiendo golpes en diversas partes del rostro y cuerpo. “Cuando no permitieron el ingreso de la policía a sus predios, fueron arrestadas, arrancando de los brazos de su madre a un niño de año y medio y dejándolo sin cuidado de mayores a él y a sus dos hermanos menores de edad, los cuales presenciaron y trataron de resistir la golpiza y la violenta detención de su madre y hermana”, aseguran.
Durante esta mañana, el Tribunal de Temuco declaró ilegal la detención de ambas mujeres, mientras que la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Carolina Schmidt, se manifestó por Twitter ante las críticas de los usarios a su silencio: “Condenamos la violencia venga de quien venga. Se solicitó investigación en caso mujer mapuche. Se procederá al respecto”, anunció.
En tanto, son diversas las voces al interior del mundo mapuche que describen el complejo clima que estaría reinando en Wallmapu. “He podido ver con mis propios ojos las consecuencias de represión tras las acusaciones del Gobierno y debo decir que esto ya no tiene nombre”, denunció José Santos Millao, consejero de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi).
Según Santos Millao, “la cosa parece tan grave que aquí va a haber guerra. Al pueblo mapuche no le queda más que responder, es un pueblo con histórica experiencia en cuanto a resistencia”. Millao, histórico dirigente mapuche, denunció durante esta misma semana un extraño incendio en la casa de sus padres.
En tanto, la ex vocera de los presos mapuche de Angol, Natividad Llanquileo, asegura no estar sorprendida por la represión creciente en la zona. “Cuando aparece esta declaración de Piñera -invocando la Ley Antiterrorista- lo primero que se me vino a la cabeza fue: más allanamientos, más represión y más presos”.
Esta semana, se dio a conocer la molestia de Mauricio Weibel, presidente de la Asociación de Corresponsables Internacionales en Chile, quien aseguró que Gendarmería impidió que la cadena Al Jazeera pudiera entrevistar a Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo. “Nos parece bastante complicado creer que la entrevista a un preso vaya a significar un quiebre en la seguridad de todo el país”, señaló.
“¿QUÉ RAZÓN HABRÍA PARA ESTE GOBIERNO DE PRETENDER ALGO TAN ABSURDO COMO MILITARIZAR LA ARAUCANÍA?”
Apenas habían pasado horas del incendio, cuando el presidente Sebastián Piñera irrumpió en las pantallas para realizar un esperado aviso: “Tenemos información confiable que nos hace presumir que detrás de estos incendios ha habido una intencionalidad criminal», expresó, refiriéndose a los datos entregados por funcionarios de la misma empresa forestal. Uno de los argumentos se refiere a la teoría de los 50 focos simultáneos que habrían ocasionado el incendio, versión que fue otorgada por el gerente de Asuntos Públicos y Legales de Mininco S.A., Robert Schwerter.
Pese a no haberlo mencionado directamente, tras las declaraciones del Presidente la atención de todos los medios se centró en la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y en su posible relación con el incendio. Anteriormente, la Fiscalía de Bío Bío buscaba condenar a Héctor Llaitul, vocero político de la CAM, y a otros comuneros por asociación ilícita bajo las duras sentencias de la cuestionada Ley Antiterrorista.
Aunque el intento falló, Llaitul, José Huenuche, Ramón Llanquileo y Jonathan Huillical fueron encerrados por el delito de homicidio frustrado calificado contra el fiscal Mario Elgueta. Esta vez, mientras cumplen condena, los dardos de la querella del Gobierno apuntan a la posible autoría intelectual de éstos en el atentado.
“La Coordinadora Arauco Malleco entiendo que se adjudicó el atentado contra un helicóptero que se dedica a apagar incendios y, poco después, hubo muchos incendios (forestales). Las cosas al final empiezan a encajar», señaló el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien ha impulsado investigaciones policiales fallidas, como el caso del paquistaní Saif Khan y el fracasado Caso Bombas.
En tanto, el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, visitó la Araucanía este lunes, donde aseguró que la relación entre el pueblo mapuche y el Gobierno no se verá amenazada por los últimos incidentes. “Las comunidades mapuche son pacíficas y lo único que quieren es trabajar en conjunto con el gobierno. La violencia a los que más perjudica es al pueblo mapuche. A la violencia tenemos que aislarla entre todos”, señaló Lavín.
Su opinión fue criticada Pablo Millalén, miembro de la Federación Mapuche de Estudiantes (Femae), quien señaló “Lavín viene a la región a decir que no hay ningún problema entre las comunidades y el Gobierno, eso demuestra que es un incompetente. Se viene a sacar la foto para tapar los grandes problemas respectivos al allanamiento, a la quema del hogar de un dirigente mapuche, al aeropuerto y a la demanda por educación intercultural”.
Por si las dudas, el vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, salió a negar enfáticamente todo rumor sobre represión en la zona. “¿Qué razón habría para este Gobierno de pretender algo tan absurdo como militarizar La Araucanía? si nosotros estamos trabajando hace dos años a fondo con las comunidades mapuches. Trabajando de manera intensa con ellas. Hemos logrado una gran relación, se está trabajando en la entrega de tierras, en la capacitación, en el desarrollo social”, señaló, agregando: “Los sentimos como hermanos y compatriotas, entonces ¿por qué el Gobierno va a tener la intención de militarizar y buscar Ley Antiterrorista?”.
SOLIDARIDAD CON LA CAM Y PRÓXIMAS MOVILIZACIONES
En opinión de Fernando Pairicán, investigador de la Coordinadora Arauco Malleco y licenciado en historia, la arremetida del Gobierno contra la organización mapuche pretende “dar un mensaje a todas las organizaciones mapuches autonomistas. Si se utiliza a esta organización en específico es porque es la que hace acciones con mayor repercursión para el Estado. Está claro que lo que la derecha pretende es plantear un nuevo caso de asociación ilícita”.
Según Pairicán se busca otorgar direccionalidad a la influencia de la Coordinadora en el incendio, algo que se evidencia en las investigaciones a las visitas que han recibidido en la cárcel algunos miembros de la organización.
En tanto, Natividad Llanquileo manifestó que “la intención del Gobierno es estigmatizar a la Coordinara para dividirnos, pero ellos no saben que nosotros tenemos otra lógica, bajo la cual cualquier mapuche es nuestro hemano y si lo atacan a él, nos atacan a todos nosotros, no importa de qué familia sea”. Sus palabras fueron apoyadas por Pablo Millalén, de Femae, quien aseguró sentir “un gran respeto por la CAM y su lucha, que es la lucha contra el capitalismo a través de una legítima autodefensa”.
Para esta semana, se ha contemplado una serie de actividades que pretenden denunciar y protestar ante la represión y persecución hacia el pueblo mapuche. Las manifestaciones tendrán lugar en las siguientes ciudades confirmadas el próximo viernes 13 de enero: Illapel (12.00 horas en Avenida Ignacio Silva), Concepción (19.00 horas en Plaza Perú), San Fernando (17.30 horas en Esquina Manuel Rodríguez con Bernardo O’higgins) y Curicó (19.30 en Plaza de Armas). Se avisará de nuevas convocatorias.
Finalmente, Pese a que la ex vocera de los presos mapuche en Angol, Natividad Llanquileo, reconoció la compleja situación de sus hermanos en estos y los próximos días, también señaló: “Hemos perdido el miedo”.
Por Vanessa Vargas Rojas
Fotografías: Felipe Durán
El Ciudadano