Un hombre que rastreó delincuentes sexuales infantiles y luego los atacó ha admitido que «no hay lugar para la justicia de los vigilantes en este mundo» ahora que se enfrenta a ir a la cárcel.
Jason Vukovich enfrenta 25 años de presidio después de declararse culpable de los cargos de asalto en primer grado y robo en Alaska en un acuerdo llegado con los fiscales.
El norteamericano utilizó el registro de delincuentes sexuales para rastrear a los pedófilos convictos y luego llevó a cabo una serie de ataques brutales en 2016, motivado según el mismo confesó, debido a que fue abusado cuando solo era un niño.
Escribió una carta abierta de cinco páginas a su periódico local en Anchorage advirtiendo a otros que su historia debería «servir como un elemento de disuasión» tanto para los pedófilos como para los demás.
El hombre de 42 años de edad dio una entrevista al Anchorage Daily News desde la cárcel, diciendo: «No hay lugar para la justicia de los vigilantes en una sociedad ordenada». Ahora se le condena porque en el transcurso de cinco días en junio de 2016, Vukovich irrumpió en las casas de Charles Albee, Andres Barbosa y Wesley Demarest.
Golpeó a los tres a puñetazo limpio, y solo en el caso de Demarest, usó un martillo.
Como ahora espera pasar potencialmente el resto de su vida en la cárcel, Vukovich dijo: «Soy un completo fracaso para los estándares mundanos, pero he aprendido mucho».
Mientras tanto, Demarest se ha quedado con una lesión cerebral permanente y dice que perdió su trabajo. «Simplemente destruyó mi vida», dijo.
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