Los gobernadores e intendentes de las zonas mineras siguen sin escuchar a los pobladores y a las asambleas socio-ambientales que día a día se manifiestan en contra de la minería a cielo abierto.
La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) denuncia que «Fuerzas especiales de seguridad, provenientes de la capital riojana, rodean a los manifestantes que cuentan con el apoyo de todo un pueblo. La orden de reprimir será un riesgo político que habrá de asumir el gobierno provincial. Los hechos pueden salpicar al gobierno nacional que apaña una política extractiva devastadora».
Según la organización aglutinadora «hay un claro intento de acallar a las asambleas socioambientales que han surgido en defensa del Famatina, lo que se evidencia no sólo en el cerco que las fuerzas represivas ejercen en el corte, sino también en la persecución, la intimidación, las amenazas, el armado de listas “negras” de luchadore/as que denuncian trabajos de inteligencia por parte de la empresa canadiense Osisko Mining Corporation y la judicialización de las luchas de compañero/as contra los proyectos megamineros en nuestra cordillera».
Desde el 1 de enero, unos 6.000 habitantes riojanos impiden el tránsito de los transportes mineros de la transnacional Osisko Mining Corparation. Los manifestantes van rotando de manera organizada, concentrados en Alto Carrizal en la base de los Nevados del Famatina.
En el corte de ruta ha unido a muchos sectores y allí están desde el intendente Ismael Bordagaray hasta el párroco del pueblo, Omar Quintero. La autoconvocatoria es absoluta y la tensión crece: el gobernador Luis Beder Herrera recurre a fuerzas especiales de la capital riojana sustituyendo a la policía local incapaz de reprimir a familiares presentes en el corte de ruta. Rodean a los manifestantes.
La Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA) ha sacado un comunicado de solidaridad con los resistentes de Famatina en el que indica que «la mega-minería y su método depredador solo traen a nuestra cordillera contaminación y destrucción de regiones enteras. En momentos en que se habla de emergencia hídrica en muchas provincias del país, estos proyectos exponen a los pueblos cordilleranos a la falta de agua y la contaminación de la misma. Así, los impulsores de estos proyectos muestran su verdadera cara, poniendo el dinero por sobre la vida. Denunciamos que el saqueo de minerales estratégicos por parte de empresas multinacionales no representa un desarrollo integro para el país sino una continuidad en la dependencia y el neocolonialismo».
Por estas razones, todas las organizaciones involucradas han convocado a la realización de un escrache a la Casa de la Rioja, en Callao 745 este jueves 12 de enero a las 17.00hs, en apoyo al pueblo de Famatina en lucha contra la explotación minera a cielo abierto. Greenpeace Argentina también se ha solidarizado con la UAC y apoya la movilización de esta tarde en Buenos Aires.
EDUARDO GALEANO A FAMATINA
Durante varios siglos, las sanguijuelas fueron uno de los principales productos de importación de los países europeos.
Los médicos creían que las sanguijuelas, que chupaban la sangre, curaban a los enfermos.
No hace mucho, aplicando el sentido común se descubrió que las sangrías no ayudaban a los enfermos, sino que los debilitaban y les apresuraban la muerte.
Desde lejos, pero desde cerca, envío un abrazo de muchos brazos a los pobladores de Famatina, que no se dejan engañar con esos cuentos de las sanguijuelas modernas, que te venden buena salud mientras te acompañan al cementerio.
Por Equipo Otramérica
Medio amigo de El Ciudadano