El momento de ajuste que vive Cuba a meses de concretarse la salida de Raúl Castro

El candidato con mayores opciones para suceder a Castro es Miguel Díaz-Canel, actual vicepresidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de Cuba. "Gana posicionamiento por una cuestión de edad, que puede ser un elemento importante por representar a una generación distinta a otros posibles postulantes", sostiene el académico de la Universidad de Chile, Max Quitral. Por José Robredo Hormazábal / @joserobredo

El momento de ajuste que vive Cuba a meses de concretarse la salida de Raúl Castro

Autor: Jose Robredo

En el marco de su visita a Cuba, este domingo la presidenta Michelle Bacheleta sostuvo un encuentro con intelectuales y durante esta jornada realizará otros para fortalecer la relación comercial entre ambos países. Pero también se reunirá con su par cubano Raúl Castro, en una cita que marca el cierre de su paso por la isla y que para ambos mandatarios puede tener carácter de despedida.

Esto porque el 11 de marzo, cuando Bachelet le haga entrega de la banda presidencial a Sebastián Piñera, en Cuba se realizarán las elecciones generales, las que definirán la conformación del Parlamento y que se consideran como el comienzo del fin del mandato del hermano de Fidel Castro.

Desde 2006, cuando Raúl asume el gobierno tras el retiro del líder de la Revolución Cubana, se ha llevado un proceso de apertura política y económica en la isla con el fin de enfrentar el bloqueo impuesto por Estados Unidos que afecta a Cuba desde octubre de 1960, iniciar un proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas con los norteamericanos -que tuvo su primer hito en 2015 con la reapertura de sus respectivas embajadas- y concretar el proceso de reformas iniciado hace 12 años.

La visita de Bachelet puede verse como una señal al respecto, tomando en cuenta que la política internacional de Chile se mantiene en línea con los planteamientos de la Casa Blanca. En lo concreto, el académico de la Universidad de Chile, Max Quitral, explica a El Ciudadano que el paso de la mandataria por la isla sólo significa que «Cuba puede tener relaciones políticas o comerciales con cualquier nación».

Respecto de las críticas que la derecha, así como parte de la DC, han realizado a la visita, Quitral cree que ésta no debe entenderse como «un respaldo a la gestión política de Raúl Castro».

En este sentido, el abogado y ex funcionario diplomático en Cuba entre 1995 y 2001, Roberto Ávila, al ser consultado por El Ciudadano sobre el paso de Bachelet por Cuba, señala que le «resulta difícil de entender» y que viene a sumarse a las «muchas las cosas incoherentes del gobierno». «Quizás sea una señal para ella misma», recalca.

Así las cosas, el marco de la visita de la presidenta chilena a Cuba debe entenderse como parte de las relaciones comerciales que el país sostiene con el resto del continente. Así lo destacó el canciller Heraldo Muñoz, quien se ha manifestado crítico de la política llevada adelante por Raúl Castro, cuando expresó que “las inversiones chilenas son importantes, ya que hay 52 millones (de dólares) y hay otras inversiones en camino”.

Por ende, tanto los encuentros comerciales agendados como la reunión de Bachelet con Castro, pueden entenderse con miras a la nueva etapa que Cuba iniciará en casi exactos dos meses más, sin los Castro en el poder y con una serie de ajustes de este proceso.

¿Cuáles pueden ser las claves del traspaso?

Es una de las preguntas más recurrentes a la hora de escuchar y ver las constantes señales que Raúl Castro emite para dejar clara su voluntad de retirarse, tras casi 60 años en la primera línea de la Revolución.

Y esto se da en un contexto complejo. Ávila sostiene que el escenario cubano es complicado, pues «Cuba está bajo una agresión económica brutal, con un bloqueo económico impuesto por Estados Unidos que va contra las resoluciones aprobadas en Naciones Unidas». En ese sentido, agrega que «eso debe tomarse en cuenta para entender que el país no vive una situación de normalidad».

«Ha habido señales que se han estancado con el presidente Trump, que insiste en el bloqueo», recalca Ávila.

Quitral, en tanto, cree que el actual escenario cubano está determinado por cómo se desarrollen las relaciones diplomáticas con el país del norte, ya que -dice- «centra en su preocupación en las relaciones con Estados Unidos». «Si bien con Obama se fueron descongelando, el ascenso de Trump hace cambiar dicha política y EEUU comienza a presionar permanentemente a los cubanos», apunta.

En este escenario, para el académico una de las tareas para quien tome la posta de Castro debe ser «darle fuerza a retomar el curso anterior de las relaciones», aunque plantea que con dicho traspaso de mando «no estoy del todo seguro que se acabe una era. Habrá una continuidad de los últimos años, porque la preocupación de Cuba se concentra en las relaciones con EEUU».

Al respecto, el ex funcionario diplomático en la isla presenta un matiz, ya que cree que este proceso «depende del elegido», y destaca: «si fuera Ramiro Valdés o Leopoldo Cintra Frías significa que hay continuidad del proceso, si no se entra a un período distinto».

Foto: Raúl Castro y su posible sucesor, Miguel Díaz Canel

Se va Raúl, ¿quién asume?

El candidato con mayores opciones para ser el «elegido» para suceder a Castro es Miguel Díaz-Canel, actual vicepresidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de Cuba, y que anteriormente estuvo a cargo del Ministerio de Educación.

Díaz-Canel es el primer dirigente cubano nacido luego de 1959 que asume un cargo de esta relevancia, lo que da cuenta del proceso de renovación generacional de la Revolución. Es miembro del buró (comité central) del Partido Comunista Cubano y fue oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, con misiones internacionalistas en Nicaragua en 1987.

Quitral cree que «Díaz-Canel gana posicionamiento por una cuestión de edad, que puede ser un elemento importante por representar a una generación distinta a otros posibles candidatos». Junto con eso recalca que el vicepresidente cubano «responde al círculo cercano de Raúl, ha estado en primera línea y conoce los objetivos de un eventual gobierno que le toque conducir».

Al mismo tiempo, destaca que durante el período de Donald Trump en la Casa Blanca, Díaz-Canel ha marcado posición respecto a la política que impulsa el presidente estadounidense al tener «duras opiniones respecto de Trump y sus declaraciones sobre Cuba».

En este sentido, el académico recalca que la labor de Díaz-Canel debe enfocarse en «reorientar su agenda internacional», ya que cree que el lenguaje bélico y provocador del magnate y presidente estadounidense «debe ser analizada con detenimiento e implica tener una nueva estrategia».

«Se necesita tener una posición más dura respecto de EEUU», sostiene finalmente Quitral.


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