El petrolero iraní que este sábado colisionó contra un un buque carguero en las aguas del Mar Oriental de China y que portaba cerca de un millón de barriles de condensado -un tipo de petróleo ultraligero- podría explotar y hundirse, según han reconocido las autoridades del país, lo que hace temer una tragedia ecológica de dimensiones mayúsculas.
Los equipos de rescate siguen tratando de localizar a los 32 tripulantes desaparecidos -30 iraníes y 2 bengalíes- tras el accidente, cuyas causas todavía se desconocen.
El accidente tuvo lugar el pasado sábado a las 8 de la tarde hora local, a 160 millas (257 kilómetros) al este del estuario del río Yangtsé, enmarcado por la ciudad china de Shanghái, y las provincias de Jiangsu (al sur) y Zhejiang (al norte), según la agencia oficial de noticias china Xinhua.
El petrolero Sanchi, de 274 metros de largo, se dirigía hacia Corea del Sur cuando sufrió un violento choque contra un carguero hongkonés de 225 metros de largo. Afortunadamente, los 21 tripulantes de este último resultaron ilesos.
El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores Lu Kang aseguró este lunes que los equipos de salvamento habían logrado localizar uno de los cuerpos, el que sin embargo no habría podido ser identificado.
Según la televisión estatal CCTV, el incendio «ha consumido por completo el petrolero», por lo que las labores de búsqueda y rescate se han convertido en una tarea extremadamente difícil.
El riesgo de hundimiento deriva, según lo informado por el Ministerio de Transporte del país asiático, de la poca densidad que tiene el vertido al tratarse de un condensado, un derivado del petróleo más tóxico y difícil de contener que el crudo normal.
Sus particulares características hacen que este se evapore fácilmente al entrar en contacto con el agua, liberando un gas altamente inflamable que podría provocar con mayor facilidad la explosión y hundimiento del bote, causando un desastre ecológico a gran escala.
Además de las medidas destinadas al rescate de los tripulantes que se encontraban a bordo del petrolero, las autoridades del país asiático han desplegado barcos para limpiar las zonas contiguas.
Greenpeace expresa su preocupación
«Estamos preocupados por el posible impacto ambiental que podría causar la fuga del barco», ha señalado mediante comunicado Rashid Kang, activista de Greenpeace.
La organización ha asegurado que «supervisará» las operaciones de limpieza de la zona, en tanto que el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, ha defendido a su país asegurando que «el Gobierno chino se toma muy en serio los accidentes marítimos y ya estamos investigando cómo prevenir cualquier desastre secundario», según declaraciones recogidas por AFP.