La semana pasada comenzó a circular en las redes sociales un video en el que se mostraba a una mujer insultando a una vendedora que no le quiso cambiar un producto porque la clienta no presentó la boleta o el ticket de cambio.
A raíz de la negativa, esta mujer comenzó a agredirla verbalmente, haciendo hincapié en la supuesta ‘diferencia de clases’ que había entre ambas, además de tratarla de ‘rota’ y ‘ordinaria’.
La afectada se llama Katherine Antileo y ha recibido el respaldo de cientos de personas tras viralizarse el video. Ahora, la joven asistió al matinal de TVN, «Muy Buenos Días», para contar su versión de los hechos.
En dicho espacio televisivo, la aludida aseguró que no sintió este episodio como una humillación, sino más bien como una agresión. «Soporté la agresión durante 15 minutos. Ella llegó gritando, muy alterada», y luego agregó que después del hecho «pensé que me iban a despedir», pero «tuve el apoyo de mi familia y de la tienda», aseguró.
Pero además de eso, confesó que nunca quiso que esta situación se hiciera pública y que cuando el video se viralizó se sintió muy incómoda.
«Me complicó el video en las redes sociales, porque no quise que mis amigos me vieran como la pobrecita, como la humillada», indicó.
A pesar de que lleva 12 años trabajando en el retail, Katherine aseguró que nunca la habían tratado con tanta violencia. «Nadie nunca me había tratado así y creo que a nadie se le puede tratar así», manifestó.
Además, la vendedora aseguró que no aceptó los reclamos de esta mujer porque «a mí enseñaron que todos somos iguales, da lo mismo el nivel económico, si trabajamos haciendo aseo, o si somos gerentes (…) sentí que me tenía que defender».
Otro hecho del que la trabajadora habló fue que mientras esto ocurrió nadie de sus compañeros de trabajo intervino para ayudarla, sin embargo, no recrimina su actuar.
«La gente de la tienda solo observó, no se metió, pero los entiendo porque es difícil actuar en una situación así», comentó.
Tras el hecho, Katherine ha recibido el apoyo de cientos de personas y también de la tienda Perry Ellis, que es el lugar donde ocurrieron los hechos.