El pasado lunes el Primer Ministro de Tailandia Prayuth Chan-ocha, llevó consigo una figura de cartón de él, de tamaño real a una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno de dicho país. Ante el desconcierto generado por su acto, Chan-ocha se dio media vuelta y se alejó, dejando atrás la maqueta, con miradas desconcertadas y risas incómodas de los periodistas presentes en el lugar.
En ese momento, el primer ministro habló de manera escueta con los medios después de asistir a un evento que promovía el próximo Día del Niño, pero desplegó su táctica de eludir antes de que nadie pudiera preguntarle sobre una serie de asuntos políticos apremiantes. “Si quieren hacer alguna pregunta sobre política o sobre algún conflicto, pregúntele a este hombre (indicando a la figura)”, señaló.
Según el NY Times, este acto se ve enmarcado en las diversas críticas que está recibiendo su gobierno, a pesar de que cuando tomó el poder, disfrutó de un considerable apoyo público por haber terminado un período prolongado de políticas callejeras a menudo violentas, a través de la fuerza militar. Pero a medida que el gobierno de la junta se ha extendido, las críticas a sus políticas a menudo represivas y la falta de transparencia han crecido marcadamente.
No es la primera vez que El Sr. Prayuth, quien tomó el poder en un golpe sin sangre en 2014, ha desviado la atención de los medios. En el pasado acarició el oído de un técnico de sonido durante varios minutos durante una conferencia de prensa improvisada, arrojó una cáscara de plátano a los cámaras y amenazó, con tono humorístico, a ejecutar a cualquier periodista que criticara a su gobierno.
El polémico presidente ha prometido realizar elecciones en noviembre, aunque varias veces ha dicho lo mismo y luego ha retrasado las votaciones.
El Ciudadano