Cuando Pooh tenía solo un año, fue atropellado por un auto y perdió ambas patas traseras. Normalmente, los gatos que viven estos accidentes traumáticos se desplazan en carros o ruedas modificados para ayudarlos a caminar. Pero Pooh tuvo suerte: lo remitieron a un veterinario en Bulgaria que pudo darle extremidades biónicas.
Imitando un procedimiento que se realizó por primera vez en 2009, el cirujano Vladislav Zlatinov perforó ambos huesos del tobillo de Pooh para implantar una clavija de titanio. Las clavijas usan un recubrimiento especial denominado hidroxiapatita, que ayuda a que el hueso y la piel crezcan sobre el metal. Desde allí, Pooh puede equiparse con prótesis que imitan las patas naturales.
La cirugía fue considerada un éxito. A menos que tropiece un poco, Pooh puede caminar, correr y saltar normalmente.
Zlatinov también realizó la cirugía en la pata de otro gato llamado Steven. Ambas cirugías fueron pagadas por organizaciones benéficas locales de animales. Pero Zlatinov no quiere convertirse en una versión felina de Oscar Goldman: les dijo a los miembros de la prensa que espera que la cirugía tarde o temprano sea lo suficientemente asequible para todas las mascotas a las que les faltan extremidades.
Esto podría cambiar la vida de muchos animales que han sufrido accidentes que han terminado en amputaciones.
Fuente: MF