La respuesta a la gran pregunta: ¿Por qué a los gatos les encanta arañar los sillones?

Dejando de lado la alergia, tener un gato tiene beneficios para la salud que están comprobados. Estos amigos felinos te pueden ayudar en un proceso de duelo, a reducir la ansiedad y ofrecer compañía.

Pero hay una conducta de los gatos que a muchas personas les molesta: no tienen reparos en convertir tus sillones y muebles en género triturado. No les importa si tu sillón es nuevo o es caro, lo tratarán como si fuera algo construido especialmente para que ellos puedan afilar sus garras. ¿Por qué lo hacen? ¿Quieren que cambies el decorado de tu casa?

Según especialistas que estudian las conductas de los gatos, estos tienen preferencia por los sillones porque ocupan un área muy visible. El mensaje que quiere enviar es muy directo: ese asiento inmenso pertenece al gato que lo marcó y a nadie más. Al rascar el sillón dejan una marca visual (el género rasgado) y una marca de olor, pues las patas de gato tienen glándulas de olor que pueden dejar rastros detectables por otros gatos y otros animales.

Pero no es solo territorial: los gatos también se rascan para quitar las puntas desprendidas de sus uñas desprendidas, lo que permite el crecimiento. Y pueden ejercitar sus músculos anudados en la espalda, hastiados de dormir 16 horas al día, sin duda, amasando la suave espuma de un corte transversal.

Si desea disuadir a su gato de tal comportamiento, comprar un rascador es un buen comienzo. Asegúrate de que no esté alfombrado (sus uñas pueden quedar atrapadas en las fibras) y que sea lo suficientemente alto como para permitir un buen estiramiento. Lo que es más importante, colóquelo cerca de los muebles para que los gatos puedan marcar su lugar de reunión en áreas de mucho tráfico.

Fuente: MF