En su primer discurso público en Chile, el Papa Francisco pidió perdón por el «daño irreparable» causado por los abusos de los sacerdotes de la iglesia. El medio Crux Now, que se dedica a analizar la actualidad internacional de la Iglesia, dijo que a la luz de estos comentarios, el sobreviviente de abusos, Peter Saunders, no se mostró impresionado. Saunders fue miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
«Hoy el Papa habló sobre vergüenza, pero eso no es suficiente», dijo Saunders a Crux Now por teléfono. «Pudo haber sacado a [el obispo Juan] Barros hace mucho tiempo y esa habría sido una buena decisión simbólica. Los símbolos son tan buenos como las palabras», agregó.
El británico activista contra el abuso sexual de la Iglesia, se refiere al obispo que en su juventud fuera un cercano colaborador de Fernando Karadima, «el carismático cura chileno que más tarde fue encontrado culpable de abuso sexual a menores y sentenciado por las autoridades de la iglesia a una vida de penitencia y oración», dice el medio angloparlante, señalando que Barros ha insistido en que no fue cómplice de estos abusos.
El Papa Francisco transfirió a Barros desde la capellanía militar a la diócesis de Osorno en 2015, en medio de la indignación de la comunidad local que apoyaba a las víctimas de Karadima.
Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Karadima, dijo que las palabras del Papa eran otro «titular barato» y llamó al pontífice a dejar de pedir perdón y empezar a actuar. En Twitter, publicó que la disculpa de Francisco era «otro buen titular que gana aplauso y ahí se queda».
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Era la segunda vez que Cruz opinaba en la red social mientras el Papa ofrecía una misa para unas 400.000 personas en el Parque O’Higgins, con las cámaras filmando a Barros concelebrando junto a su líder. El sobreviviente de abuso sexual compartió una imagen de ese momento y dijo que después de pedir perdón, el Papa fue a misa y celebró con «criminales encubridores de abuso, como el obispo Barros».
Crux Now dice que Anne Barrett Doyle, de la organización BishopsAccountability.org, señaló que las palabras del Papa eran «fuertes pero muy familiares» y que Francisco y sus predecesores ya se habían disculpado antes.
En un comunicado, Barrett alabó que el líder de la iglesia católica abriera su visita pidiendo perdón y no lo dejara para después, pero también aclaró que si deja Chile sin comprometerse a investigar la complicidad de las autoridades eclesiásticas, «la desconfianza de la gente en la iglesia se intensificará».
Saunders cree que Francisco ha dicho y hecho «muchas cosas grandiosas» a favor de los inmigrantes, los marginados y los oprimidos. Sin embargo, «sobre el tema más importante, la protección de los niños, nada parece haber cambiado», cita Crux Now.
El inglés fue abusado desde los 8 hasta los 13 años por un miembro de su familia, un maestro laico y dos sacerdotes de la escuela católica a la que asistió, pero a pesar de esta tragedia, hoy no renuncia a su pasado católico y cuenta que el domingo asistió a misa en Santiago. «No entendí mucho, porque estaba en español, pero como católico, sabes lo que está sucediendo», dijo.
Probablemente es esto lo que lo hace más exigente con la iglesia, incluso al saber que el problema del abuso sexual de menores es un asunto generalizado.
«Algo tiene que ceder, porque todavía está sucediendo», dijo al medio internacional. «Si la Iglesia no marca el camino, ¿qué esperanza queda? Se supone que la Iglesia se trata de fe, amor y recibimiento, no de sacerdotes pedófilos».
Hablando sobre la situación en Chile, Saunders compartió la anécdota de cuando estaba en un café con un grupo de personas, la mayoría de ellos sobrevivientes [de abuso sexual en la Iglesia], conversando sobre lo que estaban planeando hacer: «Un grupo de ancianos chilenos que estaban sentados en una mesa cerca de nosotros nos dijo ‘bien hecho y gracias por tratar de restaurar algo de dignidad en nuestra Iglesia'», contó.
«La gente está enojada porque estos casos siguen surgiendo y por el número de personas con antecedentes de increíble culpabilidad que continúan ministrando», sentenció el británico.
Por ejemplo, está el caso de los hermanos maristas, donde hay al menos siete miembros activos que presuntamente han abusado de unos 30 niños en las últimas cinco décadas. Una semana antes de la visita del Papa, los portavoces de la institución reconocieron que los niños habían sido abusados y que los casos habían sido encubiertos.
Saunders, quien dirige un grupo con sede en Londres, llamado Asociación Nacional de Personas Abusadas en la Infancia, dijo que cuando se trata de encubrimiento y maldad por parte de las autoridades de la Iglesia, la situación en Chile es la peor en el mundo. El activista reiteró su compromiso al seguir luchando contra el abuso y la hipocresía de la iglesia en la que se basa su fe.
El Ciudadano