Comenzó como parte de la campaña #SaborQueMata, que buscaba que cinco países de América Latina, entre ellos Chile, prohíban los cigarros con saborizantes, pues «son más adictivos, más tóxicos y buscan atraer a los niños/as y adolescentes en el consumo».
La campaña surge a partir de una investigación realizada por la Universidad Johns Hopkins que analizó la venta de los cigarrillos saborizados en puntos cercanos a las escuelas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Perú.
Hoy ya es ley, ya que la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados decidió aprobar por unanimidad la prohibición de la comercialización de cigarrillos que contengan aditivos o saborizantes, como los mentolados o aquellos con sabor a cacao.
Esta medida fue respaldada por todos los integrantes de la instancia, donde hay parlamentarios del Partido Comunista, como Carol Cariola; y Gustavo Hasbún, de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
El subsecretario de Salud, Jaime Burrows, valoró esta votación, recordando que en la anterior Ley respecto de la regulación del consumo de tabaco también se intentó prohibir este tipo de cigarrillos, pero señaló que en ese entonces hubo una divergencia con la posición de la Contraloría, cuestión que con esta decisión debería ser subsanada.
Otro de los puntos aprobados fue el de la cajetilla plana, donde una gran parte de los envases de cigarros deberán tener advertencias sanitarias y no colores o diseños propios de la marca, para así evitar el consumo de tabaco en la población.
A pesar de la aprobación, tanto como los agricultores de tabaco y suplementeros cuestionaron la medida, ya que sienten como una amenaza la decisión de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.