Cristiano Ronaldo vive su peor momento como jugador del Real Madrid. El portugués suma cuatro goles en la primera vuelta de Liga, su registro más pobre vistiendo la camiseta blanca. Una falta de puntería y de gol por la que está señalado junto a su mal momento de juego. Aunque el mayor problema de Cristiano en el Madrid trasciende su actuación en la cancha: el portugués siempre ha querido ser el Messi del Bernabéu y espera un trato similar al que recibe el astro del Barcelona en el cuadro azulgrana. Y no recibe el mismo trato según, por lo que se quiere ir.
Además, el portugués tiene problemas judiciales por un supuesto fraude tributario, algo similar a lo que le ha pasado al argentino, que llegó a un arreglo con Hacienda y fue respaldado por el Barcelona en su día. Sin embargo, Cristiano se siente solo en su situación con el fisco. CR7 sostiene que no ha defraudado y mantiene su contencioso, que podría conllevar una multa astronómica que tendría que asumir el futbolista. Si el Barça apoyó a su futbolista y le firmó una mejora de contrato, Florentino Pérez marcó diferencias y puso distancia entre el club y Ronaldo sobre este asunto.
Cristiano lleva semanas exigiendo una mejora de contrato en el Real Madrid para emparejarse a lo que cobra Messi tras su nuevo acuerdo (40 millones netos). Pero el presidente del Real Madrid no ha atendido a la demanda de mejora del portugués, por más que incluso Zidane se ha posicionado del lado del jugador. El Real Madrid entiende que el problema fiscal es una cuestión del jugador y sus representantes, además de dar por bueno el contrato del luso. En 2016 firmó una extensión hasta 2021, cuando tendrá 36 años, a razón de 21 millones netos por temporada.
Ante esta postura del Real Madrid, Cristiano deslizó en el vestuario que el próximo verano se quiere marchar al Manchester United. Algo que ha comentado ya en anteriores ocasiones. Pero Florentino Pérez ya ha dejado claro que no va a modificar su postura respecto al jugador. El presidente ha advertido de que Cristiano tiene un contrato firmado y que lo cumplirá siempre y cuando le interese al Madrid, además de recalcar que solo saldrá cuando y adonde el club decida que tiene que ir. De hecho, Florentino baraja la posibilidad de incluirle en la operación del fichaje de Neymar si el jeque del PSG, Nasser Al-Khelaifi, estuviese interesado en hacerse con los servicios de Ronaldo.
La decisión de Florentino es firme y el jugador sabe que no cederá pese a sus presiones. No es la primera vez que se produce un roce entre ambos. En una de las primeras renovaciones, Cristiano exigió una mejora de contrato y ante la negativa del presidente amenazó con marcharse, exactamente igual que ahora. La respuesta de Pérez fue concluyente: «Si te quieres ir, tráeme el dinero de tu cláusula de rescisión y con ese dinero ficharé a Messi». Cristiano entendió aquello como una afrenta personal, dada su rivalidad con el azulgrana, y desde entonces la relación con Florentino ha sido distante. Hasta el punto de que cuando pudo quitó sus derechos de imagen para Asia al club y cedió la explotación de los mismos a Peter Lim, amigo de Jorge Mendes y dueño del Valencia. Algo que enfadó, y mucho, al presidente blanco.
En esta ocasión, Cristiano se ve amenazado por una grave multa de Hacienda y siente que, lejos de apoyarle, como hizo el Barça con Messi, el Real Madrid le ha abandonado. De ahí su enfado y su mensaje en el vestuario sobre su salida en verano al United. Su problema es que solo saldrá si Florentino quiere y lo hará adonde diga el club. Ronaldo, sin gol, señalado por Hacienda y enfrentado al presidente, atraviesa por su peor momento como jugador madridista. Y en el vestuario blanco ya nadie se toma en serio las amenazas de Ronaldo…