Por esta razón debes dejar de ir con tu teléfono al baño

Hay muchas razones para mantener tu teléfono fuera del baño, y protegerlo de gérmenes o potenciales caídas en el inodoro es realmente secundario (aunque tenlo en cuenta)

Por esta razón debes dejar de ir con tu teléfono al baño

Autor: Francisco Ide

Hay muchas razones para mantener tu teléfono fuera del baño, y protegerlo de gérmenes o potenciales caídas en el inodoro es realmente secundario (aunque tenlo en cuenta). La verdadera razón para dejar su teléfono fuera del baño es la atención.

Desde que existen baños personales, ha habido todo tipo de cosas que leemos mientras nos sentamos en ellos: libros, crucigramas, etiquetas de botellas de champú. Distraerse mientras está en el baño no es algo nuevo de nuestra era digital hiperconectada.

Sin embargo, llevar tu teléfono al baño -para leer, desplazarte por Twitter o jugar o lo que sea- significa algo diferente cuando traes tu teléfono a todas partes. No es noticia que sea bueno para nuestros cerebros tener algún tiempo de inactividad. Tan solo unos minutos aquí o allá donde no estamos tomando información o estimulación pueden darte un descanso importante, una oportunidad de ver lo que está sucediendo en tu propia mente.

Una forma de cultivar la ‘atención plena’ es a través de la meditación, pero otra es encontrar tiempo para dejar que tu mente divague. Muchos monjes budistas aseguran que tener unas noches a la semana sin nada que hacer más que tomar una taza de té y mirar por la ventana, y dejar que la mente divague por los lugares que ella quiera, es una forma más de meditación, y te puede ayudar a lograr un mayor enfoque.

Incluso si no te gusta la meditación, hacer espacio para la tranquilidad puede ser muy valioso. Es una oportunidad para  estar contigo mismo, ver cómo te sientes cuando no estás concentrado en el trabajo, leyendo o escuchando. Eres tú. Tal vez te darás cuenta por primera vez en todo el día de que te sientes ansioso, o la tranquilidad será una oportunidad para reflexionar sobre un problema que te ha estado molestando, acercándote a una solución. Es un tiempo mental no estructurado, y eso a menudo es algo precioso y raro.

Mirar menos tu teléfono es un cambio difícil de implementar para cualquiera, porque el objetivo es tan vago y sin un límite definido, que es fácil dejarlo pasar. Teniendo en cuenta eso, el baño es el momento perfecto del día para aplicar esta técnica de manera sostenida. Siempre que quieras ir al baño deja tu teléfono fuera y concéntrate en tus propios pensamientos. Este simple gesto podría cambiar la forma en que vives.

Fuente: Lifehacker


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