La música de Thementes opera como un veneno lento, pero a la postre adictivo e infalible. Entendamos veneno como una figura, ya que la idea podría haber sido alguna de esas otras cosas que son adictivas, en este mundo que creemos conocer, y en el que todos nos dicen como vivir. Pero lo importante es que uno se aproxima con este nuevo disco -aunque ya tenga casi un año- desde el exterior, con el contraste que se ofrece entre la palidez del concepto que plantea el nombre del trabajo y las oscuridades de la portada, interiores y exteriores. Luego al escuchar el disco uno siente que ese juego también se expresa en los temas, en la densidad de algunos y la liviandad de otros. Lo cual no quiere decir que los segundos pasen a esa larga lista de temas digeridos y olvidados, sino que en el contexto del disco, dan el equilibrio que la propuesta conlleva. “Desnuda palidez” se muestra por eso como un disco donde no hay señuelos, donde no hay anzuelos con carnadas para que piquen los escuchas, donde lo central parece estar en la idea de construirse desde la sustancia de la creación, algo que en la mayoría de discos pop o de rock que solemos escuchar se encuentra desperdigado, y con marcados altibajos, por no decir con fuertes carencias.
Entonces aquí se construyen distintos momentos y se plasman distintas conjugaciones, y lo que atrapa es el todo. Es lo que pasa en “Osiris” con una lenta concepción, o en la apertura con “Lentamente”, donde la invitación queda efectuada. Pero lo mismo puede ocurrir en una escucha no ordenada, según la propuesta original del disco. Y en la mirada de ese total, uno termina atrapado, enganchado, sintiendo que ha descubierto algo que ojalá no resulte ser un ejercicio aislado y privativo de este disco, sino parte de una continuidad entre desafíos mayores. Y que por ejemplo, se ve reflejado en ese “Bello sol” que ilumina la última pieza del trabajo, y que se contrasta fuertemente con ese otro “Radiante sol” que abrasa en el inicio.
Valga decir finalmente, algo que aparece como cayéndose del disco y que sirve como una referencia para el auditor: todas las canciones nacidas y criadas en Valdivia. Pero ahora ya disponibles para toda la sociedad. Lo que nos hace y nos debe obligar a mirar hacia fuera, lejos de este centro aglutinador y engañoso.
Temas: 01. Lentamente. 02. Radiante sol. 03. Ley seca. 04. Osiris. 05. Desnuda palidez. 06. Fe. 07. Color. 08. Perdida del cielo. 09. Mar de sal. 10. Bello sol.
Integrantes: Horacio Fernández (voz y guitarra); Rodrigo Momberg (bajo); Renato Varela (guitarra y coros); y Ropdrigo Sepúlveda (batería).
Invitado: Claudius Rieth (teclados).
(P) 2007
Disco Tue Tue
Por Jordi Berenguer