“Lobo feroz” pedófilo acusado de abusar de más de 500 niños y vender los videos de sus crímenes

Juan Carlos Sánchez, de 38 años, fue capturado en Maracaibo (Venezuela) por petición de la Policía colombiana que puso en conocimiento a las autoridades de ese país sobre los indicios que habían en su contra de ser un violador en serie

“Lobo feroz” pedófilo acusado de abusar de más de 500 niños y vender los videos de sus crímenes

Autor: Ines Hazbun
Juan Carlos Sánchez, de 38 años, fue capturado en Maracaibo (Venezuela) por petición de la Policía colombiana que puso en conocimiento a las autoridades de ese país sobre los indicios que habían en su contra de ser un violador en serie.

Pese a que Sánchez estuvo detenido en 2005 y en 2008, como sospechoso de violación, en ambas oportunidades quedó libre. En la primera, por falta de oportunidades y en la segunda, por vencimiento de términos.

Fue hasta julio de 2011 que Sánchez volvió a situarse en el radar de las autoridades colombianas, luego de que la policía mexicana en una redada contra pederastas capturaron a un sujeto Héctor Faria, alias Anthony, a quien le encontraron centenares de correos, videos, fotografías y chat con un sujeto proveniente de Colombia. Entre las cuentas halladas estaba sá[email protected] a través de la cual «Anthony» y su cómplice en Colombia, a quien llamaba «Querido Lobo Feroz» se compartían material pornográfico que dejó a las autoridades horrorizadas.

Las investigaciones, que tardaron varios meses, llevaron a que el dueño de la cuenta era Juan Carlos Sánchez. A la luz aparecieron direcciones de cafés-internet, en Barranquilla y poblaciones cercanas, de donde enviaba el material a su contacto en México; sin embargo de descubrir su identidad en el mundo virtual a saber quién era y ubicarlo en el mundo real pasó otro tanto tiempo.

LAS SUGERENCIAS ENTRE PERVERTIDOS

Mediante los chat, los investigadores tuvieron una idea clara del modus operandi de «El Lobo Feroz» para contactar a sus víctimas. Los lugares elegidos eran los centros comerciales y los locales de barrio de videojuegos, donde fotografiaba a los niños y a manera de catálogo se los enviaba a «Anthony» en México y este seleccionaba a los niños que debía violar; entonces Sanchez regresaba a los sitios le seguía la pista a los menores y se ganaba su confianza hasta invitarlos a su casa a jugar video juegos. A algunos los llevaba a su casa y allí les ofrecía entre $2.000 y $5.000 por dejarse fotografiar; cuando estos negaban a su petición los amezaba con un arma blanca. A otros, una vez los sacaba de los lugares públicos los intimidaba y los llevaba a residencias situadas en el centro de Barranquilla.

En las conversaciones «Anthony» le contaba a Sánchez que para él evitar que los niños lo denunciaron después de violarlos les daba una paliza hasta dejarlos moribundos «para que cogieran miedo» y le recomendaba a «Lobo Feroz» hacer lo mismo.

En todos los casos, Sánchez actuó solo. Él mismo contactaba a los niños, los secuestraba, los violaba, grababa la violación, editaba los videos y los vendía. Esto dificultó un poco dar con su paradero. A la luz de la sociedad, este sujeto tenía una vida normal, es graduado de Tecnología en Sistemas y tenía un trabajo estable en una empresa de Barranquilla hasta que a principios de 2017 «olió» su búsqueda y huyó a Maracaibo, Venezuela. Por cada video, las autoridades establecieron que le pagaban entre 100 y 400 dólares. Las víctimas rondaban entre el año de edad y los 14 años.

En el material incautado a «Anthony», los analistas informáticos desencriptaron un archivo que contenía 276 documentos numerados juiciosamente que daban cuenta de las violaciones cometidas por Sánchez entre 2008 y 2011. En cada uno había una foto del menor violado y un video de la agresión. La víctima más reciente en esos archivos era una menor de 14 meses. Sin embargo, las autoridades presumen que entre 2011 al 1 de diciembre de 2017, día que lo capturaron en Maracaibo, el número de víctimas debió duplicarse. A Sánchez, los investigadores venezolanos lo aprendieron cuando rondaba un parque infantil.

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