El próximo 3 de febrero se llevará a cabo el Antofagasta Minerals Grand Prix en Santiago. Esta es la primera carrera de la Fórmula E que tendrá lugar en Chile. Se trata de un circuito callejero que recorre, en parte, el casco histórico de Santiago y en el cual compiten solo autos eléctricos.
Pero lejos del entusiasmo con que el intendente de la capital, Claudio Orrego, presenta el evento, se encuentran las molestias que ha generado en diversos sectores. Primero fueron los vecinos del Parque Forestal; hoy a dos semanas que empiece la carrera, se suman los afectados por los cortes de calle y la instalación de galerías. Cabe plantear entonces la pregunta ¿a quién favorece la Fórmula E?
El acuerdo con el Gobierno
La carrera nace como un acuerdo entre la alianza Fórmula E Holding y la Federación internacional de Automovilismo y las autoridades chilenas. El contrato fue firmado por el representante de la Empresa Alejandro Agag Lungo, ex político y empresario español, los ministros chilenos de Energía y Economía, además del intendente de Santiago, Claudio Orrego.
En el documento, el gobierno chileno se compromete a aportar más de 2 mil millones de pesos a la realización del evento. Además de ello, se compromete a «aceptar la explotación de la ciudad en el contexto de la explotación de los derechos de los medios en los términos de este acuerdo». Surge entonces la pregunta no solo sobre qué incluye la «explotación» de la ciudad sino también si es que ella se justifica realmente.
¿Qué quieren los chilenos?
Patricio Herman, arquitecto y presidente de la organización Defendamos la Ciudad, en entrevista con El Ciudadano presentó su posición respecto a los beneficios del evento y plantea la decisión que, a su juicio, debe tomar el país». ¿Queremos exposición por un par de días? o bien queremos cuidar nuestros espacios públicos, el bien que es una zona típica y aceptar las demandas de la ciudadanía
Cabe señalar también que el anuncio constante de la bonanza económica asociada a la industria del cobre fue Antofagasta Minerals quien a través de la compra de los derechos del nombre de la carrera (Antofagasta Minerals Grand Prix) se convirtió en el auspiciador principal del evento.
Pero Herman pone sus dudas sobre las declaraciones de Orrego y los intereses que rodean la carrera. El activista de los derechos ciudadanos relata cómo dentro de la Comisión Presidencial Pro Movilidad Urbana, presentó un proyecto que favorecería el uso de autos eléctricos para enfrentar la contaminación. «(la comisión) no estuvo de acuerdo con crear incentivos concretos para que existieran solo autos eléctricos circulantes. Yo te doy una demostración que uno puede decir cualquier cosa con tal de promover una actividad comercial de algunas personas interesadas y con esto le retruco al intendente Orrego».
Preocupación ciudadana
La agrupación El Barrio Que Queremos ha planteado preocupación frente al impacto que tiene la carrera en el Parque, en una entrevista que sus representantes dieron al área audiovisual de El Ciudadano “el Parque Forestal es patrimonio, declarado zona típica. Esto no es un estadio para venir a hacer carreras de auto. No podemos hacer forados para instalar piscinas. Aquí no se pueden instalar eventos masivos de ninguna especie, porque el parque no lo resiste”
Sobre los daños que podría subir el parque, Herman hizo hincapié en la indiferencia que parece mostrar la dirección municipal de Santiago «me sorprende de sobremanera que en esta decisión de negocios no haya intervenido con comportamientos vinculantes Felipe Alessandri. Él actúa en representación de la ciudadanía que lo eligió . En cambio Orrego , que es un buen político, es un delegado de la presidenta.
A dos semanas del evento siguen existiendo muchas interrogantes respecto a los beneficios que trae al país. Preguntas que parecen no encontrar respuesta en la exaltación y las luces encendidas por las autoridades. ¿Se ocultaran las inquietudes ciudadanas en el ruido de los motores y el fervor de un público asombrado, en favor de las ganancias de quién?