Autoridades de Barcelona presentaran una querella en los juzgados para que se investigue sufrida por la comunidad LGTBI durante el gobierno de Franco. El anuncio lo hizo el teniente de alcalde Jaume Asens, durante el II Encuentro de la red de ciudades contra la impunidad franquista.
De acuerdo a las palabras de Asens el gobierno dictatorial de Franco fue particularmente duro con esta comunidad. «El colectivo LGTB fue uno de los colectivos que más fueron perseguidos durante la dictadura. El régimen entendía que su condición de homosexual dañaba esa imagen de virilidad que querían transmitir», aseguró.
Esta querella sobre los crímenes de la dictadura española acompañará otra demande del gobierno comunitario catalán en contra de Carlos Rey. Este ultimo fue quien redactó la sentencia a Salvador Puig Antich condenándolo a morir en el “garrote vil” (método de ejecución usado en España entre 1820 y 1976).
El caso de Puig Antich es uno de los más icónicos de esos años. El joven era un anarquista activo en oposición al gobierno franquista. Su condena fue dictada por un tribual militar y se caracteriza por la crueldad e injusticia que rodea su ejecución.
Estas medidas son las primeras de un intento por parte del gobierno catalán por preservar la memoria histórica y enviar una señal en oposición a la impunidad por los crímenes cometidos en dictadura.
En ese contexto, Asens anuncio la transformación de la antigua Cárcel Modelo de Barcelona en un «centro de interpretación de la memoria que sea un referente mundial». Esta prisión es uno de los iconos de la represión franquista en Cataluña.
Asimismo, el ayuntamiento de Barcelona retiro 570 placas franquistas del Ministerio de Vivienda y puso fin a «la misa de la victoria» impuesta por el gobierno dictatorial para celebrar el día en que el Franco y su ejercito se alzaron en armas.